La jueza María Eugenia Capuchetti ordenó una cuarta detención en la causa relativa al ataque a Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe del grupo de “los copitos”. La decisión la tomó con base en nuevas pruebas encontradas aportadas a la causa.
Durante los últimos días se conocieron mensajes de Carrizo en los que amenazaba, en su estado de Whatsapp, con agredir al presidente Alberto Fernández.
El ahora detenido había declarado como testigo el pasado lunes 5, después de la detención de Brenda Uliarte. El 2, día posterior al ataque, respondió preguntas, junto a Uliarte -novia del hombre que apuntó contra Cristina Fernández, Fernando Sabag Montiel, y el resto de su grupo-, de un móvil del canal Telefé Noticias, en las que dijo que no tenían nada que ver con el intento de asesinato.
La noticia se conoció después de las indagatorias de Sabag Montiel, Uliarte y Agustina Díaz (la tercera detenida).
Nuevos chats
Por la investgiación se conocieron nuevos chats entre Uliarte y Díaz, imputadas por el intento de asesinato a Cristina Fernández.
Las conversaciones revelan que desde hacía tiempo venían planificando el atentado contra la Vicepresidenta y que incluso habían fracasado en un intento anterior.
“Mandé a matar a Cristina, no salió porque se metió para adentro” (del edificio, la vicepresidente), dice un mensaje de Whatsapp que Uliarte le mandó a Díaz el 27 de agosto, según surge del expediente judicial y de la prueba que se le exhibió a la tercera detenida del caso.
Ese mismo día, horas antes, Uliarte le había adelantado: “Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina… Me re pudrí que hablen y no hagan nada. Yo sí voy a hacer. Se me metió el espíritu de San Martín en el cuerpo… Que hija de puta se metió adentro antes de que le meta el tiro”.