Miles de manifestantes se expresaron hoy en reclamo de la “democratización de la justicia” frente al Palacio de Tribunales en la ciudad de Buenos Aires, en una marcha que fue promovida por organizaciones sindicales, sociales, dirigentes, funcionarios del Poder Judicial y juristas.
Las tres principales consignas del acto fueron el repudio al desempeño de la Corte y sus miembros, el reclamo contra la impunidad y el fin del lawfare o la “guerra judicial” con fines políticos.
Uno de los primeros oradores del acto fue el juez del Tribunal Oral Criminal 29, Juan María Ramos Padilla, también uno de los promotores de la manifestación. Durante su discurso, Ramos Padilla arremetió contra “los delincuentes con toga”, criticó a los jueces del alto Tribunal y dijo “no quieren que entren los morochos al Poder Judicial”.
El magistrado apuntó también contra los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, nombrados por traslado por el ex presidente Mauricio Macri y sostenidos en la Cámara Federal por un fallo de la Corte. A ellos los llamó “jueces de la mafia”. En tanto, sus críticas centrales fueron contra los jueces de la Corte. “Algunos les dicen ‘supremos’. Yo les digo ‘atorrantes’. Son delincuentes”, afirmó.
“Van a quedar en la historia como la peor Corte que hubo. Los que más delitos cometieron, los que más encubrieron” remarcó el juez desde el escenario.
Después de 40 minutos de discurso, Ramos Padilla dejó el micrófono y en su lugar lo tomaron las actrices Luisa Kulliok y Cristina Banegas, quienes leyeron el documento de la convocatoria.
“En este histórico día la sociedad argentina se ha convocado masivamente para decir ‘basta’. Quien hoy se moviliza es el pueblo contra este sistema de justicia que le da la espalda”, expresaron.
Enseguida, la crítica apuntó contra el fallo de diciembre pasado en el que el máximo Tribunal declaró la inconstitucionalidad de la composición actual del Consejo de la Magistratura. “Con esa sentencia, la Corte violó la división de poderes y quiere garantizar la impunidad de jueces, fiscales y funcionarios afines”, lanzaron.
También hubo párrafos dedicados al accionar de la cúpula del Poder Judicial con relación a las definiciones pendientes en causas de lesa humanidad.
“Esta Corte se tiene que ir porque perpetúa un sistema de administración de Justicia lento, inaccesible; se tienen que ir porque legitimaron un sistema perverso como nunca antes se vio en la democracia, durante el gobierno de (Mauricio) Macri”, sumaron.
Presentes
Graciana Peñafort, directora de Asuntos Jurídicos del Senado y abogada de la vicepresidenta Cristina Fernández, fue otra de las personalidades en la marcha.
“Evidentemente es mucha la gente que quiere un cambio en el Poder Judicial”, dijo Peñafort, quien fue más medida que otros de los manifestantes y no exigió renuncias.
La intendente de Quilmes, Mayra Mendoza, y el ex vicepresidente condenado por el caso Ciccone, Amado Boudou, se sumaron también a la manifestación. Llegaron con el acto ya empezado.
También asistieron el secretario general adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano; la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, el titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, entre otros.
En contra de la marcha
El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires se manifestó en contra de la marcha. “El ataque sistemático al Poder Judicial resulta un evidente artilugio demagógico para sembrar la duda en la población acerca de si los jueces son independientes o no.
En el mismo sentido, la Asociación de Fiscales cuestionó la movilización: “La independencia de los magistrados es una obligación de la República y su vigencia es impuesta por la Constitución Nacional y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. En este sentido, es obligación de los otros poderes del Estado respetarla y afianzarla, sin que ello implique la imposibilidad de auditar, con criterios objetivos y ya determinados por la ley, que contengan y respeten la autonomía de cada magistrado”, manifestaron en un comunicado.
En el sector político, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, repudió la marcha. “Es un hecho de enorme gravedad institucional”, advirtió desde su cuenta de Twitter.
“Espero que el Gobierno nacional corrija el rumbo, garantice la división de poderes y siga los caminos que marca la Constitución”, concluyó.