ESCUCHARUn total de 28 represores recibieron la pena máxima. También hubo cinco absoluciones y condenas de hasta 21 años. La prisión domiciliaria dependerá de las pericias médicas – Silvina Bazterrechea – [email protected]
Con 28 perpetuas, nueve condenas de dos a 14 años de cárcel y cinco absoluciones concluyó ayer el juicio más grande de lesa humanidad de Córdoba, que se conoció como la megacausa de La Perla y que incluye los centros clandestinos La Perla, Campo de La Ribera y el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba (D2). La lectura del veredicto comenzó a las 11.45 en una sala de audiencias repleta de asistentes y unas 10 mil personas que se concentraron en las inmediaciones de los Tribunales Federales, donde se montó una pantalla gigante para seguir el última día de un proceso judicial que comenzó el 4 de diciembre de 2012.
La lectura a cargo del presidente del tribunal, Jaime Díaz Gavier, comenzó con el rechazo de las nulidades planteadas por los abogados de los represores sometidos a juicio. Acto seguido se difundieron las condenas. Los imputados -once murieron durante el proceso y cuatro fueron separados por incapacidad- escucharon la sentencia sin inmutarse.
Las condenas
La primera perpetua fue para el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, quien se convirtió en el represor con más condenas en su haber: ya suma 14 penas a prisión, de las cuales 12 son perpetuas . En esta oportunidad, fue hallado culpable por 282 desapariciones de personas perpetradas en los campos de concentración La Perla y Campo de La Ribera, además de 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de torturas. También fue hallado responsable del robo del nieto de Sonia Torres -presidenta de la delegación local de Abuelas de Plaza de Mayo-, lo que constituyó la primera condena por apropiación de bebés en Córdoba.
La misma condena alcanzó a Héctor Pedro Vergez, ex jefe del denominado “Comando Libertadores de América” e integrante del Destacamento de Inteligencia 141, y al capitán Ernesto “Nabo” Barreiro, quien también antes del golpe de Estado integró el citado comando, y durante la dictadura fue el jefe de torturadores del centro clandestino de detención y exterminio de La Perla. Para ambos, fue la primera condena por delitos de lesa humanidad.
Carlos Yanicelli, Jorge González Navarro, Herminio Jesús Antón, Calixto Flores, Héctor Romero, Arnoldo López, Ricardo Lardone, Carlos Díaz, Miguel Ángel Gómez, José Herrera y Eduardo Grandi, Ernesto Padován, Jorge Eduardo Gorleri, Jorge Acosta, Héctor Hugo Chilo, Luis Martela, Luis Gustavo Diedrichs, Alberto Luis Choux, Alberto Lucero, Yamil Jabour, Marcelo Luna y Juan Molina también fueron condenados a perpetua. Mirta Anton, la primera mujer juzgada por la represión ilegal en Córdoba, también recibió la misma pena.
El resto de los acusados recibieron condenas de diferente grado: el tribunal sentenció a Enrique Maffei a 21 años de prisión; a José Luis Yáñez, a 20 años; a José Andrés Tófalo, a 14 años de cárcel. A su vez, a Wenceslao Claro le correspondieron cinco años de pena; Carlos Monti fue sentenciado a dos años y seis meses, mientras que Rubén Broccos obtuvo tres años y se le dio por cumplida la pena, siendo dejado en libertad.
Antonio Filliz, Ángel Corvalán, José Idelfonso Vélez, Francisco Melfi y Juan Carlos Cerutti fueron absueltos.
Sobre los pedidos de prisión domiciliaria, el Tribunal consideró que una junta médica debe determinar si corresponde que se aplique o no el beneficio.
Conforme
Conocido el veredicto -cuyos fundamentos se leerán el próximo 4 de octubre- el fiscal Facundo Trotta se mostró conforme. Remarcó que, si bien no comparte las absoluciones dictadas por el Tribunal, las penas fueron en la misma sintonía que lo reclamado por el Ministerio Público Fiscal.
Subrayó que ésta es la primera vez en Argentina en que la justicia se pronuncia sobre el terrorismo de Estado que actuó antes del golpe de 1976 y que, por primera vez, se juzgó el robo de menores. También, dijo, es la primera vez que se lo acusa directamente a Menéndez por ese delito.
Muy emocionada, Torres se refirió también a las condenas: “Este juicio lo vivo con sentimientos encontrados, con mucho dolor y mucha alegría, después de lo que hemos luchado estos años”.
Luego agregó: “Se juzgó a (Luciano Benjamín) Menéndez por primera vez por el robo de bebés y esto marca un hito en la historia de la justicia de Córdoba”.
“La ilusión de encontrar a mi nieto sigue intacta, concluyó la madre de Silvina Parodi, quien fue secuestrada el 25 de marzo de 1976 junto a su pareja. Al momento de ser arrebatada de su casa, Silvina estaba en el sexto mes de embarazo.
Una multitud acompañó el fallo
Más de 10 mil personas se convocaron en las puertas de los tribunales de Córdoba, para la lectura de la sentencia.
Dentro de la sala de audiencias, el gobernador Juan Schiaretti siguió el veredicto sentado al lado de Torres, presidenta de la delegación local de Abuelas de Plaza de Mayo. El robo del nieto de Torres se juzgó en este proceso. Fue la segunda vez que el gobernador participó del juicio; la anterior fue en la lectura de los alegatos.
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, también se hizo presente en los tribunales Federales. También ocuparon la Sala de Audiencias dirigentes de los organismos de Derechos Humanos de la provincia, funcionarios, legisladores y miembros del Poder Judicial.
Cecilia Pando, titular de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina, también tuvo su lugar en la sala de audiencias ya que hay un cupo reservado para los familiares de los imputados (ver aparte).
Qué se juzgó
Del total de las 716 víctimas involucradas en este juicio oral, 45% permanece desaparecida; 40% sobrevivió y 15% murió. Sólo en 71 casos pudieron recuperarse e identificarse los restos.
La investigación apuntó a las violaciones de derechos humanos ocurridas entre marzo de 1975 y 1979 en los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de Córdoba conocidos como “La Perla” -el mayor del interior de Argentina durante la última dictadura, “Malagueño o Perla chica”, “Campo La Ribera” y “D2”.
Schiaretti lloró al escuchar el veredicto
El gobernador de Córdoba recordó a una compañera de militancia y se emocionó. Escuchó el fallo sentado al lado de Sonia Torres. Fue increpado por uno de los acusados
Tras la histórica sentencia de La Perla, el gobernador Juan Schiaretti se mostró “quebrado” y visiblemente emocionado al recordar a una compañera de militancia.
“Nunca más al odio, sí a la vida, a la democracia, a la convivencia con tolerancia”, expresó el gobernador ante la prensa a la salida de los Tribunales Federales.
El primer mandatario cordobés reivindicó los juicios por los delitos de lesa humanidad y remarcó que “la Justicia les dio a todos estos asesinos la chance de defenderse que ellos no le dieron a sus víctimas”.
“En esto hay un gran mérito de las organizaciones de derechos humanos que permanentemente levantaron las banderas y permitió que hoy juzguemos a la dictadura”, agregó.
Al referirse al campo de concentración La Perla dijo que es el “símbolo del horror, la barbarie y los crímenes de lesa humanidad” cometidos por la dictadura de Córdoba.Amenazante
Cuando el presidente del Tribunal Oral Federal N°1, Jaime Díaz Gavier, culminó con la lectura de la sentencia se vivieron momentos de tensión entre los condenados y algunos concurrentes.
Uno de los represores condenados a perpetua, Arnoldo José López, respondió con un puño levantado a los cánticos que llegaron desde el sector de familiares y dirigentes políticos e incluso amenazó a Schiaretti.
“Me tiene sin cuidado el insulto de López”, respondió el gobernador tras el incidente. “Hemos juzgado a la dictadura genocida juzgando a los represores de Córdoba”, aseguró. Y enfatizó: “Creo que es un día bisagra en nuestra historia”.
