viernes 6, diciembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La Justicia investiga la muerte de un interno que murió torturado en la cárcel de Bouwer

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La investigación por la tortura y muerte de un preso en la cárcel de Bouwer destapó otro escándalo en el Servicio Penitenciario de Córdoba. La Justicia ordenó nueve detenciones, de las cuales ocho se hicieron efectivas.

Por el grave episodio ocurrido en septiembre de 2023, detuvieron al director de un módulo del penal, seis guardiacárceles y un médico.

Si bien el caso se produjo el año pasado, la investigación tomó estado público esta semana y se suma a una larga lista de causas judiciales descubiertas en los últimos cuatro meses, que motivó la intervención del Servicio Penitenciario.

En este caso y según la denuncia, el interno, César Darío Moreno (50) murió luego de sufrir una salvaje golpiza por parte de un grupo de guardias. Moreno fue atado de pies y manos en una cama y lo mantuvieron así, inmovilizado y sin recibir atención médica, durante 48 horas. Finalmente, se descompensó y murió.

El detenido no tenía antecedentes penales. El 14 de septiembre había sido detenido por un incidente en una panadería de Nueva Córdoba, que según explicó la viuda, tuvo que ver con un cuadro psicótico. 

En un primer momento, Moreno fue trasladado al Establecimiento Penitenciario 9 (ex-UCA) pero por cuestiones de espacio fue trasladado a la cárcel de Bouwer, pese a que todavía no estaba resuelto si le iban a dictar la prisión preventiva. 

El abogado de la familia, Alejandro Pérez Moreno, remarcó que se trató de un hecho de violencia institucional y aclaró que se está investigando si autoridades del penal omitieron detalles del trágico desenlace. “Al haberse entregado todas las cámaras entiendo de que quizás esto pueda llegar a los que están imputados, a algunas otras personas, pero no sé hasta dónde”, señaló.

En declaraciones a la prensa, la viuda del intern, aclaró que  el hombre padecía trastorno bipolar con episodios de esquizofrenia, que había estado internado y medicado. “Él debía tomar medicación de por vida. Un psiquiatra en algún momento le hizo ver que no era necesaria su medicación y  deja la medicación. El día del hecho estaba sin medicación y entró diciendo que lo perseguía La Cámpora.

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