La caída de la víctima se debió a la altura de las “plataformas” que calzaba

El tribunal entendió que la testimonial fue contundente en cuanto a que el transporte se encontraba detenido cuando la accionante estaba descendiendo y que el calzado fue determinante en su tropiezo

Al surgir de las declaraciones testimoniales que el vehículo estaba detenido y que la accionante se cayó por su propio obrar, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó la apelación presentada por Silvia Mantega Pelanda y confirmó el rechazo de la demanda por daños y perjuicios contra la empresa “Butterfly” como responsable de la organización de un viaje a Brasil, en cuyo transcurso la accionante tropezó al bajar del transporte.

La alzada, integrada por los vocales Gabriela Lorena Eslava y Hector Hugo Liendo , al tratar la apelación, analizó que no se encontraba en discusión que la demandante se cayó en el colectivo, lo que le ocasionó lesiones en un tobillo, ni que la firma accionada era la proveedora del viaje en cuestión.

La cámara sostuvo luego que, examinadas las probanzas rendidas en la causa, se concluyó que la caída de la actora en el colectivo que la llevaba de vacaciones, obedeció únicamente a su propio tropiezo, lo cual importa ser un hecho de la víctima que interrumpe el nexo de causalidad.

El fallo indicó que de las declaraciones testimoniales se acreditó que la caída se produjo debido a que la actora “se tropezó o pisó mal”, sin mencionar que el ómnibus hubiese realizado movimiento alguno, agregando que el conductor del vehículo mencionó que el colectivo se encontraba completamente detenido y “bloqueado”, lo que -aclaró- importaba que tenía el freno de mano puesto.

Indicio

La decisión sumó otro indicio que, sumado a las tres declaraciones en idéntico sentido, llevaron a la conclusión de que las declaraciones testimoniales son verosímiles y que la caída obedeció a un hecho exclusivo de la víctima.

Al respecto, se remarcó que tal indicio se encuentra dado por el hecho de que al momento en que la parte actora descendía, ya había una importante cantidad de pasajeros fuera del colectivo y restaban otros por bajar, lo que importa que el vehículo se encontró detenido para que esas personas descendieran.

Según interpretó la cámara, esas consideraciones conducen a valorar que tales declaraciones son verosímiles y dan fe de lo acontecido el fatídico día del accidente.

El fallo evaluó que en nada modifica lo expuesto el hecho de que el conductor no recordara el color de los zapatos de la accionante, como insiste ésta en su apelación, pero sí es razonable que el responsable del pasaje vea si el calzado era adecuado, por ejemplo recordando la altura de las “plataformas", cuestión trascendente para ver por qué se habría caído Mantega Pelanda, concluyéndose que el encargado dijo en forma contundente que recordaba la altura del calzado de la demandante, porque le “llamó la atención”.

Así las cosas, en el fallo se resolvió que los elementos de convicción arrimados a la causa generan la suficiente certeza de que el infortunio se produjo por el hecho exclusivo de la víctima, lo que importa sin dudas un corte del nexo de causalidad que impide el acogimiento de la demanda, aun analizadas las presentes actuaciones a la luz del régimen tuitivo del consumidor.