ESCUCHARLas organizaciones sostienen que la plataforma de vídeo es “uno de los principales focos” de la problemática en todo el mundo
Más de 80 organizaciones de verificadores de más de 40 países le enviaron una carta a la presidente Ejecutiva de YouTube, Susan Wojcicki, para pedir que la plataforma deje de “permitir que actores sin escrúpulos manipulen y exploten a otros, además de recaudar dinero”.
Hasta ahora, la compañía propiedad de Google estuvo al margen de las críticas por desinformación que recibieron redes como Facebook o Twitter.
La misiva que se le cursó a YouTube llega después de que representantes de las organizaciones se reunieron tres veces con emisarios de la firma con peticiones que no fueron atendidas.
Entre las entidades firmantes figuran Chequeado, de Argentina; las tres principales verificadoras españolas, Maldita.es, Newtral y Verificat; Agencia Lupa (Brasil), Facta (Italia), PolitiFact (EEUU); Full Fact (Reino Unido) y Animal Político (México).
Entre las entidades firmantes figuran Chequeado, de Argentina; las tres principales verificadoras españolas, Maldita.es, Newtral y Verificat; Agencia Lupa (Brasil), Facta (Italia), PolitiFact (EEUU); Full Fact (Reino Unido) y Animal Político (México).
Una de las peticiones principales es que YouTube aplique el mismo nivel de esfuerzo con todas las lenguas y que no se limite al idioma inglés.
Se reclama mayor transparencia sobre la desinformación en YouTube para que actores externos, como investigadores académicos, puedan medir el origen y el alcance de las campañas de desinformación. También se solicita una mejor colaboración con organizaciones de verificadores de hechos, para que los usuarios tengan contexto ante posibles afirmaciones falsas.
Una portavoz de Youtube, Elena Hernández, respondió y afirmó que “la verificación de hechos es una herramienta crucial para ayudar a los usuarios a tomar sus propias decisiones informadas, pero es una pieza de un rompecabezas mucho más grande para hacer frente a la desinformación”.
También aseguró que durante los últimos años la empresa invirtió “en políticas y productos en todos los países” en los que opera para “conectar a las personas con contenido de fuentes autorizadas, reducir la propagación de desinformación que roce los límites y eliminar videos infractores”.
Por último, se comprometió a reforzar su trabajo con la comunidad de verificadores de hechos”.
Los verificadores son una nueva expresión de control Nazi y Stalinista, pues es desconfiar en la propia naturaleza humana, erigiéndose en la única verdad, nos remite a la época de la inquisición, cambian las formas pero no la miseria humana. Quien desconfía en la inteligencia humana y su facultad de discernimiento, es un potencial represor. Dejen que la humanidad se informe libremente y como quiere, o acaso ¿ A que le temen?, al ejercicio del libre albedrio. Miserables y Nazis, otro calificativo no les cabe a los verificadores de hecho que pretenden erigirse en dueños de la verdad, falseando la misma e imponiendo pensamiento pensamiento único y eliminando los disensos, intrínsicos a la naturaleza humana, si les da asco y aborrecen la humanidad reclúyanse en una granja de cyborg, alli con la sumisión de las cosas serán felices de por vida.