El ministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera, presentó un Protocolo de Actuación Policial Para Uso Legal y Racional de la Fuerza tendiente a erradicar los hechos de “gatillo fácil’ y advirtió que el uso de un arma de fuego debe ser una “excepción excepcionalísima” y que quienes “no estén a la altura de las circunstancias deberán abandonar de inmediato” sus cargos.
La normativa fue consecuencia de varios hechos de abuso policial ocurridos durante este año, entre ellos los que terminaron con los asesinatos de los adolescentes Valentino Blas Correas y Joaquín Paredes, por los que hay efectivos acusados.
“El uso del arma de fuego es una excepción excepcionalísima”, sólo es para situaciones de “riesgos inminentes para la vida del personal policial o de terceros”, aseveró el funcionario en conferencia de prensa en Casa de Gobierno.
En ese sentido advirtió que “aquellos oficiales jefes o superiores que no estén a la altura de las circunstancias, deberán abandonar de inmediato los deberes de su cargo”, ya que habrá “tolerancia cero” en el cumplimiento del nuevo protocolo que establece el “uso legal y racional de la fuerza” de los efectivos policiales en los procedimientos.
El protocolo fue elaborado por el Ministerio Público Fiscal, los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y Seguridad, la Policía de la provincia y expertos en la temática que, entre los principales puntos, “limita la utilización de armas letales a casos extremos; el último recurso”.
Asimismo calificó como “intolerables” para el Gobierno de Córdoba las muertes Joaquín Paredes (15), ocurrida el pasado domingo en Paso Viejo, y de Valentino Blas Correas (17), el 6 de agosto en la ciudad de Córdoba, en ambos casos por disparos policiales realizados por la espalda, según las investigaciones realizadas.
“El Gobierno no permanece inerte ante estas situaciones que son una herida en el cuerpo social de nuestra Córdoba”, resaltó el funcionario, y agregó que se realizarán capacitaciones al personal policial en el marco del nuevo protocolo.
Prohibiciones
Asimismo, establece “prohibiciones” como hostigamiento, entendido como el conjunto de prácticas que constituyen las relaciones entre el personal policial y la ciudadanía, al igual que el uso de las técnicas de defensa personal que impliquen riesgo para la vida de las personas.
Entre otras prohibiciones figuran el de efectuar disparos hacia una multitud; o hacia o desde vehículos en movimiento, aunque aclara que se exceptúa esta regla en los casos en que se encuentre en riesgo inmediato, inminente y grave la vida del personal policial y/o la de terceras personas y no hubiere otra opción de abordaje de la situación.
Tampoco pueden utilizar el arma de fuego directamente o como herramienta de disuasión frente a la huida de un control vehicular, la fuga de una persona legalmente aprehendida o perseguida para aprehender o la falta de cumplimiento de una orden verbal, salvo que se encuentre en riesgo inmediato, inminente y grave la vida del personal policial y/o la de terceras personas.