Cuando se produjo en primer deceso por Covid-19 en el país, a mediados de marzo, la Asociación de Empresas de Servicios Fúnebres de la Provincia de Buenos Aires (ASEF) le cursó una nota al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, para pedirle una reunión para avanzar con la redacción de un protocolo de manejo de cadáveres infectados de coronavirus o que presenten algún diagnóstico compatible para ser aplicado en todo el territorio nacional.
Ahora, en plena cuarentena, denunció que aún no cuenta con instrucciones claras y que cada funeraria se maneja “como puede”.
En ese sentido, detalló que, dependiendo del municipio, algunos cuerpos se creman y otros no.
“No está claro cuánto dura el virus en el cuerpo, una vez que la persona murió y nuestro deber es
proteger a los directivos de las empresas fúnebres, a sus empleados y a las familias de los fallecidos”, sostuvo Juan Carlos Cuburú, gerente de ASEF, la entidad que representa a 145 empresas del sector fúnebre de 42 partidos del primer y segundo cordón del conurbano.
Las inquietudes de ASEF son compartidas por la Cámara Metropolitana de Empresas de Sepelio (Camese). Ambas integran la Federación Argentina de Asociaciones Funerarias (Fadaf). Cuburú aseguró que aún no recibió respuestas de la cartera de Salud.