ESCUCHARLa Sala H de la Cámara Civil porteña confirmó un fallo que hizo lugar al pedido de divorcio de una mujer –que adujo haber sido maltratada por su marido– y desestimó los argumentos del hombre, quien al contestar la demanda reconvino invocando la misma causal (injurias graves) y señaló que ella publicaba comentarios y fotos en Facebook que lo ofendían.
Al apelar lo resuelto en primera instancia, el recurrente cuestionó las pruebas en las que se basó el magistrado y alegó que los testigos eran familiares o amigos de su ex. Además, señaló que no se tuvieron en cuenta los contenidos que aparecían en el muro de la red social de la mujer. De acuerdo con los camaristas, sólo la mujer pudo acreditar las ofensas de la otra parte, y resaltó que una de sus amigas dijo que el reclamante era un hombre violento y que más de una vez por semana vivían situaciones de gritos y conflictos, una versión que confirmaron otros testigos.
Los magistrados desestimaron las quejas del marido por las publicaciones en Facebook y, al respecto, indicaron que debían diferenciarse los contenidos de acceso público de los de mensajes privados.
Con relación a los mensajes privados, estimaron que se había visto vulnerada la privacidad de la accionante por la forma en que se obtuvo la información. Así, puntualizaron que aunque estuvieran en Internet, no se podían tener en cuenta porque fueron obtenidos ilegalmente a los fines probatorios.
En cuanto a las fotos que aparecían en el perfil público y que exhibió el perito en el informe, opinaron que no eran agraviantes. “Simplemente aparece contenta y pasando buenos momentos”, acotaron, valorando que no había razones para que el apelante se sintiera injuriado. “No se puede pretender que quien se encuentra tramitando su divorcio tenga que limitar sus actividades recreativas y sociales”, enfatizaron.
