Entrega de maquinaria a un acreedor prendario no perjudicó a la masa falencial

La decisión destacó que el sindicado recibió el bien dado en garantía por una deuda anterior a la cesación de pago de la fallida y que su valor era inferior a lo que le adeudaba a ésta

La Cámara 9ª Civil y Comercial de Córdoba rechazó el recurso de apelación presentado por un síndico en contra de la sentencia de primera instancia que desestimó la acción revocatoria concursal opuesta a una dación en pago consistente en la entrega de una maquinaria por una deuda con garantía prendaria al acreedor Bruno Tesan SA, realizada por el fallido durante el período de sospecha. La cámara sostuvo la validez del acto atacado, al considerar que no había quedado probado el perjuicio a la masa de acreedores, presupuesto indispensable por imperio de la revocación.

El tribunal integrado por los vocales Jorge Eduardo Arrambide y Verónica Francisca Martínez indicó que la a quo relacionó los hechos y destacó la situación del acreedor Bruno Tesan SA como titular de un crédito privilegiado especial (prendario), sosteniendo que en tal contexto, su extinción mediante la entrega del bien asiento de la garantía real no generó perjuicio a los acreedores con «privilegio general» y «quirografarios» del concurso, aun cuando ocurrió dentro del período de sospecha y el tercero conoció o debió conocer del estado de cesación de pagos de su deudor, pues en tal supuesto no se vulnera la igualdad entre los acreedores.

Perjuicio

En cuanto al perjuicio en sí, se sostuvo que de los elementos obrantes en autos, que no han sido desacreditados de ninguna manera por las partes, se sigue el valor dado al bien salido del activo del hoy fallido (US$32.796,83), coincidente con el pasivo cancelado -según cláusula 3ª del contrato-, de lo que se deriva que el acto impugnado no disminuyó el patrimonio ni afectó la prenda común de los acreedores.

El fallo planteó que la dación en pago se formalizó incluso por un monto de deuda menor al que revela el peritaje contable (US$42.557,46), resignando el acreedor una porción de su crédito (según la demandada, por bonificación de intereses), por lo que no cabe referir a un desequilibrio entre las prestaciones a cargo de cada una de las partes y, por ende, es un claro indicio de ausencia de perjuicio para la masa de acreedores.

Sustracción

Asimismo, la cámara destacó que el apelante entendía acreditada la sustracción de un bien del activo del fallido mediante la dación en pago, y que tal argumento sería pertinente en un marco de violación de las condiciones del crédito sólo si se obviara la calidad de acreedor privilegiado que tenía Bruno Tesan SA, puesto que la existencia del privilegio señalado lo coloca en la posibilidad de agredir el bien asiento de la garantía y cobrarse exclusivamente de ello.

Por lo tanto, los vocales entendieron que es una simplificación indebida afirmar, como lo hace el apelante, que este acreedor se puso en una posición inmejorable percibiendo el crédito en su totalidad, en desmedro de los restantes acreedores, puesto que ese bien estaba afectado con anterioridad al período de sospecha como garantía de ese crédito en particular, y aun frente a la falencia, el acreedor conservaba eventualmente el derecho a ejecutarlo vía concurso especial.

Además, el tribunal subrayó que el síndico nada trajo para demostrar que tal valor no fuera el real al momento de la operación, lo que revela que no se estaba ante una liberalidad ni un acto aislado, sino de un devenir de una relación comercial que nada tiene de desigual con el fallido. A la vez, se trata de una dación en pago a favor de un acreedor prendario, por lo cual no se ha demostrado que haya producido o agravado la insolvencia del fallido, en tanto a la par que el fallido se desprendió de un bien, el acreedor prendario, que tenía derecho particular a ejecutarlo aun frente al concurso, dejó de ser tal, lo que claramente frente a los intereses de recomposición aparece como una ventaja.

Nexo

Por lo tanto, se concluyó que no ha quedado demostrado el nexo causal entre ese hecho y el agravamiento de la situación patrimonial del deudor; es decir, que el acto resulte perjudicial.

Por el contrario, se indicó que el acreedor ha demostrado razonablemente, dentro del marco de la acreditación de un hecho negativo, la equivalencia o el saldo positivo a favor del acreedor, que se desobligó de un crédito aún mayor al adjudicado el bien recibido en pago; y nada hace presumir en contrario de esa equivalencia de las contraprestaciones; y menos aún, a considerar que en la quiebra se pudiera obtener un saldo favorable a la masa luego de la liquidación del bien prendado en favor del acreedor poseedor de la garantía.