En juicios por alimentos no se recurren en casación sentencias que no resuelven sobre el fondo

El Alto Cuerpo validó lo resuelto por la cámara a quo y destacó que la perención de instancia no es recurrible en casación cuando se trata de cuestiones familiares

Al valorar que el auto interlocutorio que desestimó el incidente de caducidad de la primera instancia no constituyó una sentencia definitiva ni irrogó un gravamen irreparable al articulante, la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) confirmó la resolución de la Cámara a quo que denegó la apertura del recurso de casación articulado por el demandado en un juicio por alimentos , de acuerdo a lo establecido en el Código Procesal de Familia (CPF) .

El Alto Cuerpo, integrado por los vocales Domingo Juan Sesin, María Marta Cáceres de Bollati y Luis Eugenio Angulo, analizó que constituye jurisprudencia constante de la sala que la resolución impugnada debe ser sentencia definitiva o interlocutorio equiparable a ella (arts. 155 y 156 CPF), siendo tal sólo la que compone el litigio o la que concluye el pleito, haciendo imposible su continuación, aunque hubiere recaído en un incidente; aquélla decide las cuestiones planteadas, agotando total o parcialmente el conflicto de intereses, éste impide el desarrollo del proceso imponiendo su conclusión.

Inoficiosa

En una palabra, se resumió que la resolución no definitiva es inoficiosa para provocar por esta vía de casación la intervención excepcional conferida al Tribunal Superior de Justicia.

En el caso particular, se indicó que el fallo que se recurre no es impugnable por medio de esta vía extraordinaria, porque no constituye la sentencia que concluye el juicio y se expide acerca de los derechos que se atribuye la accionante.

Contrariamente, se consideró que es un auto interlocutorio que se limita a decidir que no cabe decretar la perención de la instancia respecto del proceso; o sea, que decide una cuestión de procedimiento sin impedir que la causa continúe hasta el dictado de la sentencia que le ponga fin.

Por igual razón se sostuvo que tampoco puede considerarse que ella cause un gravamen irreparable, pues sólo resuelve una cuestión atinente al trámite del juicio y no prejuzga sobre los derechos sustanciales de las partes, los que todavía deben ventilarse en el marco del procedimiento en curso.

Sin argumento

El TSJ agregó a lo expuesto que la recurrente no expuso ningún argumento plausible tendiente a mostrar que las particularidades del caso pudieran acarrear un eventual agravio irreparable.

Por lo demás, sobre la censura que se dirige a cuestionar la imposición de costas, la sala indicó que si bien es cierto que tal decisión de carácter accesorio puede irrogar un gravamen de carácter irreparable sobre el patrimonio de la interesada, quien deberá afrontar la deuda que ello implica con abstracción de cuál sea el resultado final del juicio, tal circunstancia no puede justificar la apertura de la competencia extraordinaria sobre la decisión emitida con relación a lo principal.

Así las cosas, el Alto Cuerpo sostuvo que si la sala carece de poderes para examinar el auto interlocutorio recaído por tratarse de una providencia que la ley excluye del ámbito de la casación, aquella argumentación conduciría a burlar directamente el requisito impuesto por la ley y a habilitar el arbitrio de casación respecto de las resoluciones que se dicten en todos los procesos, cualquiera sea su eficacia, con el solo pretexto de que ellas incluyen una condena en costas que no podrá modificarse con posterioridad, lo que no puede admitirse.

Sobre el punto, se aclaró que distinto sería si en el recurso de casación se alegaran censuras autónomas y diferenciadas que se hubieran deslizado exclusivamente en el capítulo secundario concerniente a las costas, supuesto en el cual sí sería posible concebir la apertura de la competencia de excepción.

Artículo

Por otro lado, el TSJ señaló que, tal como dispuso la alzada, lo que está bajo análisis es la perención de la instancia del juicio de alimentos, se debe destacar que el artículo específico que fija los plazos de perención de las diferentes instancias procesales (artículo 110 CPF), no hace mención expresa al juicio de alimentos.

Por ello, los vocales consideraron que, ante esa omisión y la remisión al trámite de los incidentes, el juicio de alimentos queda comprendido para la perención en el plazo de tres meses previsto en el inciso 3 del referido artículo.

Conforme las consideraciones expuestas, en el fallo se resolvió que corresponde declarar bien denegado el recurso de casación.

Autos: "Cuerpo de apelación en autos: "Jamud, Héctor Adrián y otro - solicita homologación (expte. n.º 2425740)" - recurso de apelación (exp. electrónico N° 9569564) - Recurso Directo N.° 10186838"