El Presidente la definió como “una militante y consideró político” que se valió de su poder para entorpecer pesquisas por corrupción. Mientras tanto, la procuradora General denunció que el fiscal que la imputó por la compra irregular de un inmueble sufrió presiones para hacerlo
Durante su visita a la ciudad, el presidente Mauricio Macri reiteró sus críticas contra la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
En la conferencia de prensa que dio junto al gobernador Juan Schiaretti, al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y al diputado nacional Héctor Baldassi, Macri lamentó que la funcionaria “insista en permanecer en su cargo” porque ella “no es imparcial”.
En esa línea, la definió como “una militante política que ha obstruido la investigación de los hechos de corrupción del gobierno anterior”.
El mandatario, además, sostuvo que la jefa de los fiscales se valió de su influencia para “demorar o enturbiar” investigaciones.
Sobre las denuncias de Gils Carbó en contra de miembros de la actual administración, aseguró que se suministró la información que se ha requerido y repitió su opinión en el sentido de que la fundadora de Justicia Legítima “hace un uso indebido del enorme poder que tiene”.
Además, aseguró que “tampoco ha ayudado” a la hora de luchar en contra de problemáticas como el narcotráfico y apuntó a las inversiones inmobiliarias que realizó la Procuración, que están bajo la mira de la Justicia.
Mientras tanto, Gils Carbó, imputada por la compra irregular de un de inmueble, denunció que el fiscal federal Eduardo Taiano ha tenido fuertes presiones para incriminarla y pedir su indagatoria, un planteo que será resuelto en las próximas horas por el juez Julián Ercolini.
Sospecha
La principal sospecha que tiene la Justicia sobre la operación se basa en la comisión millonaria que cobró Juan Carlos Thill, medio hermano de Guillermo Bellingi, un funcionario del área que fue suspendido luego de que explotó el escándalo.
Entre otros argumentos, Taiano señaló que el deber de cuidado que le atañe a Gils Carbó debió reflejarse en “la minuciosa verificación de cada uno de los actos que iba homologando y que culminaron con la desviada adjudicación que se investiga”; sobre todo, como responsable máxima del Ministerio Público Fiscal de la Nación, un órgano encargado de promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y los intereses generales de la sociedad.
Los cuestionamientos sobre Gils Carbó no se limitan a las compras de bienes. Cabe recordar que cuando la Justicia comenzó a avanzar en la instrucción de varios procesos de corrupción resonantes, como el que involucra al empresario Lázaro Báez, comenzó a conocerse un entramado de designaciones y traslados de fiscales que motivaron sendos pedidos de juicio político, por mal desempeño. Uno de los casos que los críticos de Gils Carbó toman como ejemplo es el de Carlos Gonella, quien concursó en Formosa pero fue enviado a Córdoba y luego llegó a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).