El Alto Cuerpo ratificó la decisión adoptada por la jueza correccional Susana Cordi. Para los vocales, el dictamen del fiscal no fue ni “irracional” ni “arbitario”.
Franco Morata, el joven “del Mini Cooper”que admitió haber atropellado a Nicolás Sánchez en Nueva Córdoba causándole serias lesiones psicológicas y motrices, deberá enfrentar el juicio oral que podría terminar con una condena de prisión efectiva.
La suerte del irresponsable conductor quedó decidida ayer después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) rechazó la suspensión del juicio a prueba que había ofrecido la defensa y ratificó la decisión adoptada por la jueza Correccional Nº 4, Susana Cordi Moreno.
En su resolución, el Alto Cuerpo destacó que, contrariamente a lo sostenido por los impugnantes, el representante del Ministerio Público no cometió “ninguna arbitrariedad” ni actuó de manera “irracional”, situación que le permitió al tribunal resolver en sentido contrario al dictamen emitido por el fiscal correccional Aldo Patamia. La sentencia de la Sala Penal del TSJ se conoció tres meses después de la suspensión del juicio oral a Morata, que debía comenzar el 10 de junio pasado. En esa oportunidad, la jueza Cordi Moreno postergó formalmente el inicio del debate ante el planteo de probation de la defensa que había ofrecido la suma de 1.500 pesos mensuales para el estudiante de medicina embestido, un servicio de traslado y la realización de tareas comunitarias. Cordi Moreno le negó esa posibilidad y la defensa del acusado apeló.
El rechazo fue fundado en la suma gravedad de los hechos acaecidos, las circunstancias que rodearon el siniestro y la personalidad del acusado, cuya pericia psicológica resultó “devastadora”.
Ocultamiento y evasión
Cabe recordar que luego de atropellar a Nicolás Sánchez, el 31 de mayo de 2008, Morata viajó a Uruguay mientras la víctima estaba en el Hospital de Urgencias. Cuando las pruebas lo acorralaron y después de semanas de buscar al autor del accidente, el acusado se presentó en la Justicia y admitió los hechos.
Durante la instrucción se negó a aportar la prueba clave, el vehículo Mini Cooper, que demostraría, pericia mediante, si había participado o no en el accidente.