El plazo de prescripción para demandar quedó excedido pese a haber sido suspendido por un año

En la decisión la Justicia hizo un conteo de los actos desde que el demandante tomó conocimiento de las patologías, su suspensión y posterior retoma de los términos

La Sala 5ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba admitió la excepción de prescripción presentada por la demandada Transporte Automotor Municipal Sociedad del Estado (Tamse), al observar que, si bien se produjo la suspensión del transcurso del término por la intimación extrajudicial cursada por el actor como instituía el viejo Código Civil, el plazo anterior a la intimación, sumado al posterior, hacía que se excedieran los dos años establecidos en el artículo 44 de la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) para iniciar la acción desde que se tuvo conocimientos de las patologías reclamadas.

En la causa el actor denunció que ingresó a trabajar en esa empresa en relación de dependencia laboral el 5 de marzo de 2009, en perfectas condiciones físicas y psíquicas. Añadió que se desempeñó hasta el 31 de agosto de 2013, fecha en que su contrato de trabajo fue cedido a la UTE conformada por Ersa Urbano SA y Automotores Santa Fe SRL, por una decisión política de la Municipalidad de Córdoba.

Categoría

El ex trabajador manifestó que revistió en la categoría de conductor guarda, y que sus labores consistían en la conducción de vehículos “colectivos”, de gran porte, con asientos incómodos y generalmente en condiciones de mantenimiento precarias.

Sumó que estuvo durante cuatro años expuesto a vibraciones de cuerpo entero, posiciones forzadas, gestos repetitivos y antiergonómicos, principalmente de columna y rodillas, durante siete horas diarias, más dos o tres horas extras por día en turnos rotativos.

El demandante relató que desde enero de 2013 comenzó a sentir dolores intensos en columna lumbar y cervical, y en su rodilla derecha, intensificados después de cada la jornada laboral. Ante ello, consultó a diversos profesionales médicos y denunció sus patologías generadas por desgaste profesional a la empresa en su carácter de empleador autoasegurado, en fecha 18.11.2014.

A su vez, el trabajador expuso que, sin examinarlo ni darle tratamiento, la demandada ignoró la enfermedad profesional denunciada, ya que jamás contestó la misiva, ante lo cual considera su silencio como rechazo tácito de la denuncia.

De igual modo, el denunciante agregó que su médico tratante, diagnosticó en certificado que adjuntó, que como secuela de su actividad laboral padece: 1. Cervicalgia con impotencia funcional (6%); 2. Lumbociatalgia con impotencia funcional (6%); 3. Gonalgia derecha (10%), con más factores de ponderación (6,4%), determinado como Enfermedad Profesional, con una incapacidad parcial, permanente y definitiva de 28,40% de la total obrera (TO).

Excepción

Al resolver la controversia, el tribunal integrado por el vocal Alcides Ferreyra analizó la cuestión e indicó que las demandadas articulan excepción de prescripción por haber transcurrido el plazo de dos años a contar de cuando el actor denuncia haber comenzado con sus dolencias, puesto que ello habría ocurrido en enero de 2013 y la demanda se inicia el 22 de abril de 2016; es decir, en exceso del plazo previsto en el artículo 44 de la LRT, que establece dicho plazo para presentar la demanda.

Así las cosas, el juzgador procedió a ver la prueba conducente a los fines de tratar esta defensa, indicando que surge de las constancias de la causa, prueba incorporada por el accionante y fictamente reconocida por la accionada, que en fecha 18 de noviembre de 2014, el actor remitió a Tamse un telegrama para denunciar una enfermedad profesional adquirida mientras desempeñó tareas para dicha firma, consistente en “cervicalgia con impotencia funcional, lumbociatalgia con impotencia funcional; gonalgia derecha”, conforme lo diagnosticado por su médico tratante, emplazando, además, le brinden las prestaciones médicas correspondientes, y oportunamente, abonen la indemnización que pudiera corresponderle en caso de sufrir una incapacidad parcial, permanente y definitiva como consecuencia de dicha patología.

Intimación

Frente a ello, el vocal consideró que -por medio de esa intimación- el actor suspendió por un año el plazo de la prescripción según la previsión contenida en el artículo 3986 última parte, del código de Vélez, vigente en esa fecha hasta el 18 de noviembre de 2015, a partir del cual continuó corriendo el plazo de la prescripción liberatoria y advirtió que, siendo que la demanda se interpuso el día 22.04.2016, habían transcurrido los dos años para operar la prescripción liberatoria.

El fallo observó que al concluir la suspensión por el transcurso del año previsto en la norma señalada, el plazo de la prescripción liberatoria recomenzó su conteo.

Por lo cual precisó el vocal que, desde el 31.01.2013 hasta el 18.11.2014 transcurrió un año, 10 meses y 18 días, se suspende hasta el 18.11.2015, a partir del cual, nuevamente corre el plazo de prescripción, al vencer el término de suspensión de la prescripción indicado, con lo cual, al momento en que se interpuso la demanda (24.04.2016) han transcurrido los dos años previstos en el art.44 de la ley 24557.

Entonces, conforme lo relacionado, en el fallo se resolvió que corresponde admitir la defensa de prescripción articulada por la demandada y rechazar la demanda incoada por el actor que pretendía ser indemnizado por la incapacidad que denunció padecer.

Autos: B., P. R. C/ TRANSPORTE AUTOMOTOR MUNICIPAL SOCIEDAD DEL ESTADO (TAMSE) Y OTRO – ORDINARIO - ENFERMEDAD ACCIDENTE (LEY DE RIESGOS), Expte. 3293472