En un programa de televisión, aseguró que el diputado Waldo Wolff era “agente del Mossad”. Descartaron que tenga inmunidad por sus dichos
El juez federal Sergio Torres procesó al diputado nacional Leopoldo Moreau (FpV-PJ) por el delito de incitación a la discriminación, a raíz de una denuncia efectuada por su par Waldo Wolff (Cambiemos).
El hecho que generó la causa ocurrió el 2 de noviembre del año pasado, en el programa televisivo Minuto Uno, del canal C5N. En esa oportunidad, refiriéndose a la causa por el Memorándum con Irán, Moreau expresó: “Ahora están haciendo una sobreactuación, a través de Wolff y otros agentes del Mossad en la Argentina, que son los que están llevando adelante toda esta campaña de difamación”. Torres sostuvo que el titular de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara Baja identificó a Wolff con el servicio de inteligencia israelí sólo por su condición de judío, sin aportar ningún otro elemento de prueba.
“Esta identificación de Wolff por su práctica religiosa con el Estado de Israel, en los términos empleados por Moreau, lo hacen portador de una ‘doble lealtad’, cuestión característica del antisemitismo contemporáneo”, advirtió el juez. “Todo se presenta como un medio para descalificarlo por su condición de judío e identificarlo como leal a los intereses del Estado de Israel y, por ende, como un ‘infiltrado’ en nuestro país”, analizó.
“Bajo esta perspectiva, no sólo Moreau está diciendo que Wolff no pertenece a este país sino que resulta ser un intruso que puede traicionar cuestiones de interés o secretos de seguridad nacional”, valoró Torres.
Fueros
Cuando se presentó a indagatoria, Moreau se amparó en sus fueros y alegó que la citación a prestar declaración violentaba el artículo 68 de la Constitución Nacional, que establece que ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente ni molestado por las opiniones o discursos que emita en el desempeño de su mandato de legislador.
Sin embargo, Torres detalló que -al momento de emitir sus dichos- Moreau aún no había asumido su banca, y aclaró que -aun en el caso de haberlo hecho- sus manifestaciones no guardaban relación alguna con la función legislativa, ya que no estaba haciendo referencia a ninguna cuestión parlamentaria, como el tratamiento de una ley o la necesidad de legislar sobre algún tema en particular. “Un legislador no puede ampararse en la inmunidad de opinión si lo que dijo no se relacionaba con alguna cuestión vinculada a sus tareas en el Parlamento”, subrayó el magistrado.
En esa inteligencia, precisó que los fueros parlamentarios no están por encima de tratados internacionales contra la discriminación suscriptos por Argentina.