En un juicio considerado histórico y sin precedentes por sus características en la provincia de Córdoba, se conoció ayer la condena que la Cámara 6ª del Crimen -integrada por jueces técnicos y jurados populares- impuso al ex fiscal Gustavo Nievas, acusado de exacciones ilegales y defraudación bajo pretexto de promesa remuneratoria.
Luego de más de tres horas de deliberación, el tribunal decidió aplicarle a Nievas la pena de 5 años de prisión y 4 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, coincidiendo con lo que habían solicitado el fiscal de Cámara, Marcelo Sánchez, y el abogado querellante, Marcelo Touriño. Asimismo, los camaristas ordenaron remitir los antecedentes de los abogados Constancia Miller y Juan Manuel Riveros para su posterior investigación, para definir su actuación en esta causa.
La pena aplicada por el tribunal, (la media de la escala penal) para ambos delitos, sorprendió a todos los presentes, incluso al mismo abogado querellante, quien aseguró que “no lo esperaba, teniendo en cuenta el país en el que vivimos”. No obstante, subrayó la importancia de este fallo al que calificó como “muy importante” y “un paso para cambiar un sistema judicial viciado”.
Al término de la audiencia, la defensa de Nievas, a cargo de Alejandro Pérez Moreno, aclaró que irá en casación, una vez que pueda acceder a la lectura de los fundamentos, el próximo 28 de mayo.
En la sala, mientras tanto, el ex fiscal era trasladado por personal policial, sin detenerse a realizar declaraciones a la prensa, pero sosteniendo, tal como lo hizo en la última palabra del debate, que es inocente.
Sorpresas
La extensa y última jornada del juicio a Nievas comenzó a las 9.30, en una sala colmada de estudiantes de abogacía, periodistas y otros interesados que se acercaron a escuchar los alegatos de las partes.
Sin dudas, el más impactante fue el que llevó adelante Touriño, quien de pie y de frente a los jueces legos, montó una puesta en escena a la que no se está acostumbrado en las audiencias de cualquier juicio cordobés.
El querellante, haciendo uso de un retroproyector y de afiches escritos a mano, hizo hincapié en dos pruebas consideradas fundamentales para la posterior condena del ex funcionario judicial: el entrecruzamiento de llamadas entre Nievas, los abogados Miller y Riveros y el juez de control Carlos Lescano, y los escritos presentados por los letrados que estuvieron a cargo de la causa del hijo del denunciante, Félix Navarro.
Luego de una estricta descripción de los llamados telefónicos, Touriño subrayó que fueron 130 las comunicaciones que el ex fiscal hizo a Navarro, alguien que según el mismo Nievas aseguró en el juicio oral, fue un “inútil” datero del violador serial, que prácticamente no le aportó datos de relevancia.
Sobre los escritos presentados por Miller y Riveros en la causa Navarro, el querellante buscó demostrar que éstos en realidad habían sido confeccionados por Nievas y que los abogados sólo “pusieron el gancho”. Así, a través de las filminas expuestas, Touriño remarcó que el estilo de los escritos oportunamente realizados por el ex fiscal y los presentados por los abogados antes mencionados eran idénticos.
En este mismo detalle también reparó el fiscal de Cámara, Manuel Sánchez, quien durante su alegato lo calificó como de &ldq