El centro de vida de dos adolescentes define la competencia para su control de legalidad

Habían sido trasladadas a una residencia de San Francisco por problemas en Córdoba y con ello se desplazó también la jurisdicción de su proceso. El TSJ concluyó que éste debe seguir en la ciudad capital

Al observar que -si bien las menores se encuentran en una residencia de la ciudad de San Francisco por una circunstancia transitoria, debido a que fueron desalojadas del lugar que habitaban en Córdoba por problemas de violencia con compañeras y cuidadoras- su centro de vida siempre fue esta ciudad, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en pleno resolvió que la causa siga tramitándose en el juzgado interviniente de la ciudad capital.

En la causa, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) solicitó ante el Juzgado 1º de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género local el control de legalidad de la medida excepcional de protección de derechos dispuesta respecto de las adolescentes B. N. B. (de 16 años) y su hermana L. V. B. (de 14 años).

Esa intervención consistió en retirarlas del hogar de su tía materna para resguardarlas en la Residencia Felisa Soaje de Núñez, de la ciudad de Córdoba.

La jueza actuante comenzó el proceso y, encontrándose la causa en trámite, B. N. B. comunicó que en su nueva residencia había sufrido “graves hechos de violencia de parte de una compañera”, por lo que la Senaf trasladó a ambas a la residencia Alfonsina Storni, de San Francisco.

En paralelo, la magistrada ratificó la legalidad de la medida excepcional de protección de derechos y se inhibió de seguir entendiendo en la causa, remitiéndola a los juzgados con competencia en niñez de la ciudad del este.

Sin embargo, el Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género, y Penal Juvenil de la ciudad de San Francisco y el fiscal de la sede rechazaron ese planteo de competencia, lo que motivó que el conflicto negativo llegara al seno del TSJ cordobés.

El Alto Cuerpo -integrado por los vocales Domingo Sesin, Luis Rubio, Mercedas Blanc de Arabel, Sebastián López Peña, Nancy El Hay y Luis Angulo- indicó que el resguardo de las niñas en la residencia “Felisa Soaje de Núñez” y su posterior traslado hacia San Francisco implicó el desplazamiento desde su ciudad natal.

Transitorio

Se observó que esa modificación -de carácter estrictamente transitorio- no implicó, necesariamente, una alteración de su centro de vida, destacando que aquella noción se identifica con la residencia habitual o el lugar en el que se generan vínculos interpersonales y expanden su desarrollo físico y psico-emocional.

En esa dirección, se apuntó que en el caso no resultaba posible pasar por alto que toda la vida de las jóvenes transcurrió en la ciudad de Córdoba, donde vivieron con su padre hasta el fallecimiento de éste, ocurrido en 2021. Luego, junto con su tía y cuatro primos pequeños, resaltando que esta última, si bien no pudo continuar con el cuidado de las adolescentes, en oportunidad de su entrevista con la Senaf, manifestó su intención de seguir en contacto con ellas.

En tal sentido, la mujer informó que en Córdoba asistían a la escuela, donde establecieron vínculos significativos con sus pares y donde estaban interesadas en permanecer, agregando que aquí reside la madre de las niñas, quien se encuentra internada con diagnóstico de esquizofrenia.

El TSJ advirtió que, a pesar de ese cuadro de la progenitora, las jóvenes han manifestado deseos de verla aunque, como lo señaló el asesor de la niñez en oportunidad de evacuar la vista corrida con motivo del control de legalidad de la medida excepcional dispuesta sobre las hermanas, no existe certeza sobre las posibilidades de la revinculación con sus hijas porque la única constancia en el expediente del estado de salud de la progenitora ha sido una llamada telefónica con personal de la residencia donde aquella habita.

Relevancia

El fallo también destacó la relevancia que tiene para las niñas visitar el cementerio donde se encuentra enterrado su padre (ubicado en la ciudad de Córdoba), destacando que uno de los problemas que tuvieron en la institución de Córdoba fue que sus cuidadoras no accedían a llevarlas hasta allí, pese a sus reiterados pedidos.

El Alto Cuerpo valoró que, aun cuando la titular del Juzgado de Niñez y Adolescencia de la ciudad de Córdoba enfatizó que las niñas se mostraron colaborativas a ser trasladadas a una residencia fuera de la capital provincial, tal consentimiento habría sido prestado ante la posibilidad de que fueran llevadas a la provincia de Catamarca, a vivir con supuestos familiares que no conocen, lo cual les generaba más temor y desapego que continuar alojadas en un hogar.

En definitiva, en el fallo se resolvió que, al tratarse de una medida provisoria que no ha implicado desvinculación de su centro de vida en la ciudad de Córdoba, y al no advertirse obstáculos que entorpezcan la participación de las jóvenes en el proceso, éste debe continuar abocado a la causa el juzgado de Córdoba.