Confirmaron el rechazo de una demanda y recordaron que ese síndrome puede tener su génesis en factores de la más diversa índole, sean de carácter endógeno, constitucional o exógenos.
La Sala IX de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó el planteo recursivo presentado por el ex empleado demandante, que en su momento peticionó que la empresa accionada le pagara el daño psicológico (síndrome de burn out) que adujo padecer por las tareas que realizaba.
La alzada precisó que el actor no logró acreditar que los trastornos que dijo sufrir resultaran objetiva o subjetivamente atribuible a la responsabilidad de su ex empleadora.
“Una patología como el síndrome de burn out puede tener su origen en factores de la más diversa índole, sean de carácter endógeno, constitucional o bien exógenos”, reseñó el tribunal.
Condiciones
En tal sentido, destacó que frente a esa multiplicidad de posibles generadores que, por sí solos o en concurrencia con otros, tienen aptitud para originar el metado padecimiento, es menester probar con fundamentación científica adecuada que es objetivamente relacionable con las condiciones laborales bajo las cuales se desempeñó quien reclama la reparación.
Además, la cámara desestimó el daño moral solicitado por el trabajador y enfatizó que no toda desavenencia profesional lo origina.
Así, subrayó que la característica principal de acoso moral se asienta en la repetición de actitudes, palabras, conductas que, tomadas por separado, pueden parecer anodinas, pero cuya reiteración y sistematización las convierte en destructivas.