Ecogas responde por frustración precontractual de un profesor de inglés

La decisión entendió que el accionante tenía una expectativa cierta, por los pactos sucesivos que se renovaron desde 1996, para dar clases a los empleados de la empresa, que las suspendió en forma unilateral e inconsulta [privado]

La Cámara 1ª en lo Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba confirmó la responsabilidad precontractual de la empresa Distribuidora de Gas del Centro SA (Ecogas), al considerar probado que, de manera injustificada, frustró las tratativas avanzadas para celebrar un contrato de locación de servicios con el accionante, que tendría por objeto la enseñanza de idioma inglés a los empleados que lo requirieran.

Sin embargo, redujo el monto de la condena por daño moral, adecuándolo a lo solicitado en la demanda.

En primera instancia se condenó a la firma accionada a abonarle al actor, Felix Berutti, la suma de $ 458.554, en concepto de indemnización de pérdida de chance ($ 383.554) y daño moral ($ 75.000), más intereses y costas.

Relación

Para decidir en tal sentido, el juez a quo sostuvo que probó que entre las partes había existido una relación contractual onerosa de locación de servicios que se formalizaba anualmente, casi en forma de renovación automática, desde 1996, en cuya virtud el actor daba clases de idioma inglés a empleados de la empresa demandada y traducía textos; y que las tratativas previas a la formalización del contrato correspondiente a 2015 fueron interrumpidas intempestivamente por la locadora, sin dar ningún tipo de explicaciones.

La Alzada interpretó que si la firma ya no consideraba necesario contratar los servicios del docente, por mediar una justa causa, el principio de la buena fe la obligaba a comunicarle esa circunstancia, para dar por terminadas las tratativas, en lugar de mantener su prolongación indefinida cuando ya estaba adoptada la decisión de no celebrar el contrato.

Asimismo, el fallo de grado consideró que dado que las contrataciones sucesivas que se habían desarrollado, la falta de preaviso calificaba como mala fe o, al menos, como un accionar con desidia de la demandada, al interrumpir intempestivamente –sin dar razón alguna- las tratativas precontractuales avanzadas que estaban a punto de finalizar en la firma de un nuevo contrato anual.

El decisorio de primera instancia concluyó que se frustraron las legítimas expectativas del actor de contar para ese año con un ingreso seguro y razonable y consideró que debía ser reparada.

Indefinición

Al apelar, Ecogas argumentó que el accionante conocía la indefinición respecto a la conformación de la masa de alumnos a quienes enseñar inglés en 2015, por resultar desvinculados de la empresa, de manera que no podía abrigar una expectativa sobre la certeza de la nueva contratación, la que a la postre no se realizó por no requerirse más sus servicios.

La Alzada, integrada por los vocales Julio César Sánchez Torres, Guilllermo Tinti y Leonardo González Zamar , indicó que en el caso se acreditó que las negociaciones encaradas por las partes en orden a la celebración de una nueva locación de servicios para 2015 pudieron llevar a Berutti a desarrollar “la confianza fundada” de que culminarían con la concertación del acuerdo.

En esa dirección, la Cámara remarcó que si bien la apelante sostuvo que “nunca le ocultó al actor la existencia de cambios en la masa de personal a la que enseñaba”, lo cierto era que ninguno de los testigos declaró haber informado al actor sobre las modificaciones que iban produciendo en la estructura organizacional de la empresa.

Asimismo, interpretó que si la firma ya no consideraba necesario contratar los servicios de Berutti, por mediar una justa causa, el principio de la buena fe la obligaba a comunicarle esa circunstancia, para dar por terminadas las tratativas, en lugar de mantener su prolongación indefinida cuando ya estaba adoptada la decisión de no celebrar el contrato.

Así las cosas, razonó que en el caso se configuraron los presupuestos relativos a la antijuridicidad y factor de atribución para mantener la imputación de responsabilidad precontractual a la demandada, de manera que el agravio deducido a su respecto debe ser rechazado.

Monto

Al analizar la apelación relativa a la cuantificación del daño moral, coincidió con la recurrente, en cuanto a que el monto resarcitorio carecía de fundamento.

La decisión apuntó a que existió una alteración del principio de congruencia fijado en la sentencia de grado en lo que excede a la suma pretendida en la demanda.

En consecuencia, resolvió que procedía recibir este agravio, disponiendo reducir el capital de la indemnización del daño moral fijado en la sentencia apelada, a la suma indicada en la demanda ($40.000).

Autos: autos caratulados BERUTTI, FÉLIX EDUARDO C/ DISTRIBUIDORA DE GAS DEL CENTRO S.A. (ECOGAS) - ORDINARIO - DAÑOS Y PERJ. - OTRAS FORMAS DE RESPONS. EXTRACONTRACTUAL” – EXPTE. Nº 6341736