ESCUCHARAlberto Gentili quedó en reemplazo de Nisman, aunque sólo hasta que concluya la feria. Luego, Gils Carbó deberá resolver quién seguirá en ese lugar. El juez Lijo pidió que se resguarden las pruebas, entre ellas las escuchas telefónicas.
Tras la muerte de Alberto Nisman, todos los ojos estarán puestos sobre Alberto Gentili, el fiscal subrogante que la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, nombró ayer a pocas horas de conocerse la noticia sobre el fallecimiento del fiscal de la causa Amia.
Gentili reemplazará a Nisman al frente de la unidad fiscal AMIA (UFI-AMIA), creada en 2004, pero será sólo durante 11 días, esto es hasta el próximo día 31, cuando finaliza la feria; luego, la Procuración General tendrá que designar un reemplazo definitivo.
Las fuentes consultadas por Comercio y Justicia coincidieron en que, por tratarse de una unidad especial, es “correcto” que la jefe de fiscales haya nombrado a un funcionario judicial que no surja de una lista de orden de mérito. No hay subrogancia natural y, por lo tanto, Gils Carbó será quien nombre al fiscal que investigará la denuncia de Nisman, en la que acusó a la presidenta Cristina Fernández y a otros funcionarios y dirigentes políticos cercanos al Gobierno de encubrir a los supuestos autores del atentado contra la Amia.
Según se conoció, Gentili se desempeñó en sucesivas oportunidades al frente de la UFI-AMIA, mientras Nisman se encontraba en uso de licencia. “Gentili es quien Nisman pedía que lo reemplace cada vez que debía irse. Lo que estamos haciendo es respetar su voluntad”, se apuró a expresar la Procuración General al fundamentar su decisión de elegir transitoriamente a Gentili como subrogante.
Pese a todo, no faltaron los cuestionamientos al actual fiscal General ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de San Martín. Algunos lo señalan por sus supuestos lazos con el narcotráfico. Fue denunciado por haber participado de una fiesta en la casa de Julio Virgolini, abogado de varios narcotraficantes, en 2006, y la acusación fue promovida por el entonces procurador General de la Nación, Esteban Righi.
Gentili también fue denunciado por convalidar desde la unidad especializada en el narcotráfico la realización por parte de fiscalías provinciales de tareas de inteligencia sobre personas en nada relacionadas a las drogas como Adolfo Pérez Esquivel o Hebe Bonafini.
Las pruebas, a resguardo
El resguardo de las pruebas que tenía Nisman es fundamental. En ese marco es que ayer el juez Ariel Lijo se reincorporó a sus funciones tras habilitarse la feria judicial y ordenó la preservación de las escuchas telefónicas sobra las que Nisman fundamentó su acusación.
También ordenó incautar y asegurar todos los discos compactos en los que están grabadas las intervenciones telefónicas, así como toda la documentación detallada en la denuncia, explicó el Poder Judicial en su página de Internet. Además, el magistrado le pidió a su colega Rodolfo Canicoba Corral que le enviara “todos los antecedentes y documentación” relacionados con las intervenciones telefónicas que cimentaron la denuncia de Nisman.
El equipo de la UFI está integrado por más de 40 personas. Entre ellos hay varios secretarios letrados, especialmente encargados de las distintas ramas de la investigación por el atentado. La unidad acompaña y asiste a los fiscales.
Hay quienes sostienen que, en el caso de la AMIA, no habría razones para que la investigación se detenga. Los secretarios del equipo de Nisman continúan su labor junto al resto del equipo y seguirán disponiendo de la asistencia de la UFI-AMIA, a pesar de la muerte del fiscal titular. La documentación y las pruebas que recabó Nisman deberían estar también en manos de los secretarios de la UFI.
