Cuota alimentaria fijada en pesos no se compensa mediante pago en especie

La Cámara 2ª de Familia de Córdoba rechazó la apelación de un padre en contra de la resolución que aprobó la liquidación por cuotas alimentarias adeudadas al destacar que se había fijado en dinero y sólo se entiende cancelada cuando el alimentante cumple el pago por medio de esa modalidad, no pudiendo modificarla unilateralmente.

El tribunal juzgó el caso con perspectiva de derechos humanos y de género, considerando que el hombre menoscabó con su incumplimiento el derecho humano fundamental de sus hijos al alimento y perjudicó el derecho a una vida libre de violencia económica de la mujer.

El tribunal -integrado por los vocales Graciela Moreno de Ugarte, María Eugenia Ballesteros y Fabián Faraoni- indicó que el hombre se quejó de que se omitiera valorar que los pagos que hizo en especie y fueron consentidos por la progenitora, con lo que configuraría un supuesto de enriquecimiento sin causa, añadiendo que ésta carece de legitimación activa para reclamar por derecho propio.

El tribunal analizó que en 2018 fue fijada en $9.500 una cuota alimentaria, en forma preventiva, precautoria y provisoria hasta tanto se celebrara la audiencia prevista por el artículo 73 de la ley N° 10305, debiendo el alimentante abonar, además, las cuotas del colegio, el transporte escolar, las actividades extraescolares, las expensas del inmueble en el que reside la hija de ambos, el servicio de emergencia médica, 50% de los honorarios profesionales de la psicóloga a la que asiste a la niña, así como su viaje de estudios.

En la audiencia referida, se fijó una cuota alimentaria equivalente a 83 jus.

El tribunal indicó que la mujer no consintió los pagos referidos, argumentando que inició ejecución de cuotas alimentarias adeudadas y que, al contestar los agravios, refirió que la cuota es en dinero, de conformidad a los antecedentes antes relacionados.

En ese contexto la cámara consideró que resultaban de aplicación los artículos 539 y 930 del Código Civil y Comercial (CCyC), de los que “ surge claro que la obligación de prestar alimentos no puede ser compensada y que no es repetible lo pagado en concepto de alimentos ”, añadiendo que si lo mandado a pagar es 83 jus, el alimentante sólo se libera pagando mensualmente la suma aludida, “ pues de lo contrario no concurre el recaudo de la identidad de pago plasmado en el art. 868 del CCyC, sin que de ningún modo resulte procedente que el progenitor, unilateralmente, pretenda modificar la modalidad de pago de la merced judicialmente establecida, procurando el reconocimiento de los pagos realizados en especie ”.

Se agregó que la modificación de la modalidad de pago de la prestación alimentaria “ sólo es posible mediante acuerdo de partes o bien, judicialmente, en el marco del incidente respectivo, pero no en la etapa de ejecución de sentencia ”.

Pretensión

En ese dirección, el fallo apuntó: “ Mal puede el apelante pretender cumplir con la prestación alimentaria mediante el pago directo de algunos de los rubros que componen las necesidades de los alimentados, cuando este tribunal en reiteradas oportunidades se ha expedido de manera categórica sobre el modo de cumplimento de la cuota alimentaria (se reitera, en dinero en efectivo) ”.

Asimismo, se señaló que resulta evidente que “ la conducta obstinada y sin justificación alguna del alimentante consistente en cumplir con la obligación parental según su propio criterio y no como se le ordenó judicialmente, no sólo repercute menoscabando el derecho humano fundamental de sus hijos, sino que también perjudica el derecho humano fundamental de la señora P. a una vida libre de violencia, aun cuando la violencia económica sea, quizás, las más oculta y silenciosa de las modalidades de violencia de género ”.

Así, se determinó que -al recibir los pagos efectuados por transferencia bancaria y el resto de los rubros que abonaba directamente el progenitor-, la mujer no tuvo el propósito de liberarlo de la obligación alimentaria fijada por el tribunal sino que lo hizo “ por haber estado sometida a la voluntad del recurrente, quien utilizando un recurso económico, afectó directamente su patrimonio, ya que debe cubrir las necesidades de sus hijos, con la consiguiente limitación injustificada de sus propios recursos económicos (...), a más de excluirla de la administración de lo adeudado en concepto de cuota alimentaria, ejerciendo el alimentante un control directo del dinero que está destinado a la satisfacción de los diversos rubros alimentarios ”.

De ahí que se consideró que, en tal marco de violencia económica, “ cuestionar que el reclamo se haya hecho por derecho propio, cuando el legitimado activo de la acción eran los hijos, realmente no tiene ningún asidero, ni jurídico ni práctico ”.

Autos: “CUERPO DE APELACIÓN DEL AUTO NÚMERO 746 DE FECHA 21/12/2021 EN AUTOS P., M. S. C/ B., H. - MEDIDAS URGENTES (ART. 21 INC. 4 LEY 7676) - RECURSO DE APELACIÓN”