Confirman que un menor regrese con su madre

La mujer cumplió con las prescripciones de la Senaf y el tribunal hizo cesar la medida de excepción dictada por ese organismo estatal. Reconocen a la familia de acogimiento que cuidó del niño [privado] En el marco del control de legalidad, el Juzgado de la Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Genero e 3ª Nominación de Córdoba ratificó el cese de la medida de excepción ordenada por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) y dispuso que el niño permanezca bajo el cuidado de su progenitora, atento al fortalecimiento demostrado en su rol materno. Asimismo, el tribunal reconoció el rol afectivo desempeñado a lo largo de las actuaciones por la familia de acogimiento, en los términos del decreto reglamentario 415/06, y la concibió como referente afectiva. La titular del juzgado, Laila Judith Córdoba, sostuvo que a la hora de valorar las comunicaciones realizadas por la Dirección de Asuntos Legales de la Senaf, con relación al cese de la medida excepcional adoptada con relación a Y. F. H., es importante ponderar el interés superior del niño (artículo 3 de la ley 26061) y reconocer la importancia del centro de vida del niño como el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia. En ese sentido, la magistrada consideró que, al momento de comunicar el cese de las medidas de protección de derechos, el equipo técnico de la Senaf destacó haber evidenciado al momento de las entrevistas domiciliarias una buena recepción por parte de la progenitora H., observado la vivienda en buenas condiciones de orden e higiene y quedado en evidencia la realización de tareas de limpieza frecuentes, especialmente en los espacios de uso común de la vivienda. Asimismo, el fallo evaluó que las profesionales observaron que el niño Y. F. reconoce como principal referente a su madre, con ella está conectado en todo momento y a quien recurre siempre y obtiene pronta respuesta a sus demandas, agregando que concluyen fundamentando que el despliegue de medidas de protección ha sido efectivo para superar la situación de origen y que en la actualidad la convivencia de Y. F. con su madre E. H. “promueve el ejercicio integral de todos sus derechos y no implica riesgo alguno para la integridad psicofísica del niño”. Tratamiento La jueza destacó que E. H. ha realizado el tratamiento prescripto por la Senaf, el cual se centró en el rol materno, y que “ha servido para que la progenitora del niño de autos pueda reparar y reproducir los vínculos que posee, y notablemente respecto del vínculo de su hijo, pudiendo observar la misma al día de la fecha con mayores recursos emocionales y una mejor cohesión yoica producto del trabajo en el establecimiento de ligaduras, lo que tiene como consecuencia un mayor equilibrio psíquico que le permite hacer frente de mejor manera a las diversas situaciones que se le presentan”. Sin perjuicio de lo dicho, sostuvo la magistrada que mereció especial mención el rol que ha tenido en la vida de Y. F. el matrimonio, “lo cual fue observado en la inmediatez de la última audiencia por la suscripta, el niño los eligió en su corazón, sin perjuicio del gran amor que tiene por su mamá, incorporó al matrimonio en su vida afectiva”. En tal sentido, ponderó que dicho matrimonio, además, “reflejó una intención clara y genuina de seguir presente en la vida del pequeño y mantener el vínculo con el mismo”. En ese orden de ideas, la decisión señaló que el artículo 7 del decreto 415/2006, reglamentario de la ley N° 26061, luego de definir la "familia", indica que "podrá asimilarse al concepto de familia a otros miembros de la comunidad que representen para la niña, niño o adolescente vínculos significativos y afectivos en su historia personal, como así también en su desarrollo, asistencia y protección". El pronunciamiento añadió que este precepto establece una clara definición del "referente afectivo", concibiéndolo como una persona significativa en la vida del menor de edad por el rol que cumple tanto en su desarrollo como en su protección. De lo expuesto se derivó que “la existencia de este especial derecho de contacto y comunicación que tiene en miras el mejor interés del niño, puede ser esgrimido por la vía procesal pertinente cuando no se verifique su ejercicio ante una situación concreta”. En resumen, en el fallo se resolvió ratificar el cese de la medida de excepción, debiendo permanecer el niño Y. F. H. bajo el cuidado y responsabilidad de la progenitora atento al fortalecimiento demostrado en su rol materno. Además, se reconoce a los integrantes del matrimonio que tuvieron la guarda del menor el rol afectivo desempeñado, en los términos del artículo 7 del decreto reglamentario 415/06. Descargá el fallo [/privado]

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