El caso, considerado como violencia institucional, conmocionó a la provincia. El exfuncionario enfrenta además otras denuncias por violencia de género
El exdirector de Defensa Civil de la Provincia de Córdoba, Diego Concha, fue condenado a prisión perpetua por abuso sexual seguido de homicidio en perjuicio de Luana Ludueña. La sentencia fue dictada por la Cámara 3ª del Crimen, con la participación de jurados populares, quienes por mayoría lo declararon culpable en un caso que se enmarca dentro de la violencia institucional.
Los magistrados consideraron que Concha abusó de su poder como jefe de un área clave del Gobierno para perpetrar el abuso sexual que llevó a la joven a quitarse la vida.
El caso de Luana Priscila Ludueña Caminos, una bombera de 26 años, conmocionó a la provincia. Su muerte en 2022 fue el trágico desenlace de un historial de intentos de suicidio, que según la acusación, fueron desencadenados por el abuso sufrido. Concha, que en su momento ocupaba un rol relevante en la Defensa Civil, fue acusado de haber llevado a la víctima a un hotel alojamiento bajo engaños para cometer el abuso.
Durante los alegatos, el fiscal de Cámara Fernando López Villagra solicitó una pena de 20 años de prisión, desestimando el pedido de perpetua bajo el argumento de que la pena resultaría desproporcionada. El fiscal basó su solicitud en la legislación vigente antes de 2004, que contempla penas de entre 15 y 25 años para delitos de esta naturaleza, y argumentó que no correspondía aplicar la figura de femicidio.
Por su parte, la querella, representada por el abogado Carlos Nayi, reclamó la condena a prisión perpetua, calificando el caso como un homicidio con motivo de abuso sexual calificado. Nayi sostuvo que Concha aprovechó su posición de poder para violentar a la joven, lo que resultó en un daño irreversible.
La defensa, a cargo de los abogados Carlos Hairabedian y Sebastián Becerra, negó la existencia del abuso sexual, afirmando que se trató de una relación consensuada. Sin embargo, en caso de que el tribunal no aceptara esta línea de defensa, solicitaron una condena por abuso sexual simple con una pena mínima de 8 años, sin los agravantes de violencia de género ni por la calidad de funcionario público. También plantearon la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua como última opción.
Además de este proceso, Concha enfrenta otras denuncias por violencia de género, incluyendo una presentada por su expareja. La resolución de estos cargos se espera con gran expectativa.
Antes de conocerse el veredicto, Concha hizo uso de la última palabra. Se definió como una persona “humilde y trabajadora” y rechazó las acusaciones de pertenecer a un supuesto “círculo rojo” de poder.
“Soy un bendecido de haber llegado a un estamento del Estado, no fui puesto a dedo sino por mi capacidad y profesionalismo que le puse a las cosas, no le debo nada a la política ni la política me debe nada a mí”, remarcó
El exfuncionario pidió al jurado popular ser iluminado por Jesucristo para evaluar los hechos, mientras intentó desligarse de las graves imputaciones en su contra.
El antecedente de Concha
En diciembre del año pasado, la Justicia de Córdoba consideró que la figura de abuso sexual seguido de muerte, prevista en el artículo 124 del Código Penal, puede aplicarse incluso cuando el deceso haya sido provocado por la propia víctima como consecuencia de los abusos sexuales sufridos.
Así lo entendió la Cámara en lo Criminal y Correccional de 12° Nominación de la ciudad de Córdoba en un caso en el que impuso la prisión perpetua a un hombre que abusó de su hija física, psíquica y económicamente, desde que tenía cuatro años y luego terminó por quitarse la vida.
“J.R.T se quitó la vida como consecuencia de la prolongada situación de abuso que había sufrido bajo el dominio de su padre (…). Fue J. R. T. quien apretó el gatillo, pero fue su padre quien la determinó a hacerlo. Su muerte fue el inexorable resultado de los padecimientos a la que aquél la sometió durante prácticamente toda su vida”, especificó esa sentencia.