El juicio a 13 policías por el crimen de Valentino Blas Correas, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo durante un control policial en agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba, continuará este miércoles con el inicio de la etapa de alegatos, informaron fuentes judiciales.
Los primeros en alegar en la jornada de hoy serán los fiscales Fernando López Villagra y Marcelo Hidalgo, quienes se estima que solicitarán una condena a prisión perpetua para los dos policías que dispararon contra el automóvil en el que viajaba la víctima.
El próximo viernes 24 será el turno de los tres abogados querellantes, mientras que el 3, 8, 10, 15 y 17 de marzo será el turno de los abogados defensores, y se esperan que a fines de marzo se dicte el veredicto.
Según la acusación fiscal, el hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Juan Cruz Camerano Echevarría (21) conducía un Fiat Argo, junto a cuatro amigos compañeros de colegio, hoy todos mayores de edad, Valentino Blas Correas, que entonces tenía 17 años, al igual que sus amigos Camila Toci, Mateo Natali y Cristóbal Bocco.
Cuando circulaban sobre avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur capitalino, había un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que descienda la velocidad, sin embargo el automóvil siguió su curso y no paró.
Camerano Echevarría, en su testimonio, había manifestado que se asustó porque cuando estaba por detenerse observó que uno de los policías empuñaba un arma que lo apuntaba en la cabeza.
Mientras los efectivos notificaban a los comandos y móviles sobre la evasión, el cabo primero Lucas Damián Gómez (37) efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria contra el automóvil “con intención de matarlos”, según describe la elevación a juicio.
Por su parte, el cabo primero Javier Catriel Alarcón (33), que también se encontraba en el puesto de control, “en acuerdo tácito (con Gómez) y aportando al plan común de dar muerte a los ocupantes del vehículo”, también efectuó dos disparos sobre el vehículo en marcha “a sabiendas que no había justificación legal para ello”, por lo tanto “abusaron de su función”.
Las pericias determinaron que uno de los cuatro disparos efectuados por el policía Gómez impactó sobre la zona de la escápula derecha de Correas; le ocasionó lesiones en el pulmón derecho, la vena cava inferior y el ventrículo derecho, y le produjo la muerte.
Siempre según la acusación, luego, y con el objetivo de simular un enfrentamiento armado, los policías Alarcón y Wanda Esquivel “plantaron” un arma en las cercanías, en tanto el automóvil fue interceptado en la intersección de Chacabuco y Corrientes, donde Valentín habría estado aún con vida y murió en ese lugar.
Antes de llegar a ese lugar, los amigos llevaron al adolescente hasta el sanatorio Aconcagua, donde se negaron a atenderlo, y, por ello, se tramita otra causa que fue elevada a juicio.
En ella, tres empleados de ese sanatorio -Sergio Casalino, Guadalupe Moya y Paola Andrea Mezzacapo-, están imputados por “abandono de persona” y “omisión de auxilio”.
Gómez y Alarcón llegaron al juicio como coautores de “homicidio calificado por sus funciones, por empleo de armas de fuego, y homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado” contra los otros cuatro ocupantes del auto.
En tanto, los restantes acusados, todos policías, son Esquivel, Sergio Alejandro González, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan son por “falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público”.