También es posible que los artículos sobre alquiler de vientres se dejen de lado. Las objeciones expresadas por la Conferencia Episcopal, en 2012, y la designación del papa en marzo de este año decidirían la suerte de esas normas.
El Frente para la Victoria (FpV) presentará mañana ante la Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación el dictamen que procurará aprobar antes del 10 de diciembre.
Sin embargo, por las críticas de la iglesia Católica se espera que se “retoquen” varios artículos del proyecto original, entre los que se encuentran los relacionados con el denominado “divorcio expres”; el alquiler de vientres; el comienzo de la existencia de la persona y las técnicas de reproducción humana asistida.
El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aseguró al diario La Nación que se contemplarán “los aportes” de la iglesia.
Así, la opción que estudia el oficialismo es proponer que los temas más conflictivos del texto sean reglamentados más adelante, mediante leyes específicas, pero sin fecha decidida.
Iniciativa
La iniciativa se presentó -con mucha difusión- en 2012.
Si bien se hicieron audiencias públicas en todo el país, corrió riesgo de perder estado parlamentario, hasta que la Casa Rosada ordenó reactivar su tratamiento.
Los 40 artículos sobre los que no hay acuerdo con la oposición se tratrán en reuniones específicas, ya que la intención del kirchnerismo es que el proyecto de convierta en ley antes del recambio legislativo.
El pedido de la iglesia Católica, expresado hace poco más de un año por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, incluye que no haya diferencias entre los embriones, ya sean concebidos por vía natural o fuera del vientre. “La persona es tal desde la concepción, sin distinguir según ella ocurra dentro o fuera del seno materno”, expresó en aquella oportunidad el religioso.
En esa línea, la curia cuestionó “la procreación artificial” y la posibilidad de fecundación posmortem que abre la iniciativa.
También criticó la simplificación del trámite de divorcio que contempla el nuevo ordenamiento, que solo pide la voluntad expresa de uno de los cónyuges para habilitarlo. Según la iglesia, la propuesta alienta “formas débiles e inestables de familia”.
Luego de esa declaración, la elección de Jorge Bergoglio como papa casi en simultáneo con la presentación del anteproyecto puede haber signado la suerte de los capítulos relacionados con el matrimonio, el comienzo de la existencia y las técnicas de reproducción asistida.