La Corte Suprema de Justicia abrió la audiencia pública para tratar un amparo presentado por un grupo de madres de Rosario que piden el acceso gratuito al aceite cannabis industrial con fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos, sin obligación de inscribirse a programas experimentales y la despenalización del autocultivo de la planta de cannabis para sus hijos que tienen diferentes patologías.
En mayo de 2018, la Asociación Civil Macame (Madres del Cannabis Medicinal) presentó un recurso de amparo en el que pidió que se declare la inconstitucionalidad de toda ley que prohíba el autocultivo de cannabis para consumo medicinal y una medida cautelar que impida cualquier persecución penal mientras se tramite la causa. El juez federal de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez, había rechazado el planteo en primera instancia y la Cámara Federal de Rosario luego ratificó el fallo que ahora debe ser analizado por la Corte Suprema.
En su amparo, las madres explicaron que la Ley nacional que regula los aspectos de investigación y uso del cannabis medicinal (27.350) no garantiza la protección y satisfacción de los derechos “a la vida digna, salud integral, privacidad e intimidad de las personas”. Por eso solicitaron se declare la inconstitucionalidad del artículo 7° de la ley, que condiciona la provisión gratuita de aceite de cannabis a la incorporación del paciente en un programa de investigación y experimentación.
Durante la audiencia invocarán sus argumentos cuatro de los 20 amigos del tribunal -entre los que se encuentra el CELS-, además del Procurador General de la Nación, la Defensora General de la Nación, y las partes involucradas.
“Se abordará un tema sensible en relación a dos cuestiones: el derecho a la salud en general y de niños y niñas en particular, y el otro es la criminalización de aquellas personas que cultivan para procurarse medicamentos”, dijo el director de litigio del CELS, Diego Morales.
Por su parte, el coordinador del Área Política de Drogas de la Asociación Pensamiento Penal (APP) Andrés Bacigalupo explicó que “lo que se está discutiendo es la facultad que tienen las familias, madres y padres para cultivar cannabis con fines terapéuticos sin control del Estado” para el tratamiento de problemas de salud de sus hijos a partir de aceites elaborados de manera artesanal con lo cosechado.
“Lo que discutirán es la obligatoriedad de tener que inscribir a los niños en un programa de experimentación para obtener el aceite (industrial) de manera gratuita por parte del Estado o en el Registro del Programa Cannabis (Reptrocann) para acceder al cultivo controlado de la planta de cannabis en sus casas”, agregó.