El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a reclusión perpetua por el homicidio de su esposa, de sus dos hijas y de su suegra, le solicitó al Tribunal de Casación bonaerense que agilice la resolución de un recurso que le permitiría obtener la libertad condicional.
Barreda fue sometido a juicio oral y condenado a reclusión perpetua, en 1995, en un fallo dividido, ya que una jueza del tribunal estimó que era inimputable. Tras permanecer casi 16 años en la cárcel, en mayo de 2008 fue beneficiado con el arresto domiciliario por el Tribunal de Casación, que tuvo en cuenta que el cuádruple homicida tenía más de 70 años y que su conducta en el penal era excelente.