Se trata de Juan Carlos Gemignani. El Gobierno lo acusó de haber perdido imparcialidad y el máximo tribunal penal admitió el argumento. También aceptó el reclamo de la vocal Ana María Figueroa para no pronunciarse en la causa por “violencia moral”.
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La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal aceptó la recusación presentada por el Estado nacional en contra del juez Juan Carlos Gemignani y admitió un pedido de Ana María Figueroa para no intervenir en el caso.
Así, el tribunal que debe determinar si el memorándum con Irán por la causa AMIA es válido se quedó con dos vocales menos.
La medida se tomó con el voto de los camaristas Norberto Frontini y Roberto Boico, quienes fueron designados como subrogantes por la mayoría gubernamental del Consejo de la Magistratura, con base en la Ley de Subrogancias.
La constitucionalidad del memorándum con Irán estuvo a punto de resolverse a mitad de año. Sin embargo, cuando los jueces estaban cerca de pronunciarse, el Consejo de la Magistratura dio por terminada la subrogancia del vocal Luis María Cabral, un suceso que generó controversia.
En esa oprtunidad, Cabral denunció que su remoción era ilegal e inconstitucional y que el cuerpo que lo apartó manipulaba el funcionamiento de la Justicia.
Caja fuerte
En ese marco, Gemignani reservó su voto en una caja fuerte y dejó sentado en un acta que él ya se había expedido. Luego, en el entendimiento de que ese gesto implicó una muestra de pérdida de imparcialidad, el Gobierno pidió su apartamiento, que fue aceptado ayer por la Cámara.
El caso de Figueroa es distinto. La jueza, que fue acusada por Gemignani de retrasar deliberadamente su actuación en el caso para posibilitar la remoción de su colega Cabral, alegó “violencia moral” y el tribunal admitió su pedido para no participar en la sentencia que decidirá la suerte del memorándum.
En primera instancia, el juez Rodolfo Canicoba Corral rechazó el amparo presentado por las organizaciones judías, pero su decisorio fue revocado por la Cámara Federal porteña.
Ahora, se espera el fallo de Casación que ponga fin a la discusión.