Admiten prueba de ART presentada en un tribunal diferente al de la causa

El TSJ cordobés receptó la casación de la aseguradora, que había cumplido en tiempo el ofrecimiento y luego explicó las características físicas del tribunal de Villa Dolores, que coadyuvan a incurrir en el error debatido [privado]

Al advertir que en el caso existió extremo rigor formal, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) admitió la casación presentada por la demandada La Segunda ART en contra de la resolución que había denegado el ofrecimiento de prueba, por haberla presentado erróneamente en un juzgado diferente al del expediente. En consecuencia, el Alto Cuerpo ordenó que se admita la prueba presentada.

La aseguradora de riesgo del trabajo impugnó la decisión del a quo, que ordenó revocar el proveído de admisión del ofrecimiento de su prueba.

Acontecimientos

La presentante explicó los acontecimientos de la causa, haciendo hincapié en que el error cometido al presentar el escrito de ofrecimiento de prueba ante otro tribunal (aunque en tiempo oportuno) resulta excusable y que tal equívoco también fue del tribunal receptor, que no lo proveyó en el plazo legal.

En tal sentido, la ART señaló que los datos completos de la causa a la que correspondía agregarlo estaban allí consignados y describió cómo se encuentran situados físicamente los tribunales de Villa Dolores, que son sólo dos con competencia Civil, Comercial y del Trabajo (uno de primera y otro de segunda instancia) y que este tipo de errores no son extraños en un foro tan pequeño.

Finalmente, el seguro sostuvo que, cuando ocurren este tipo de errores, el juzgado que lo advierte lo remite al que corresponde.

Relevamiento

Al resolver, el TSJ integrado por los vocales María de las Mercedes Blanc de Arabel, Luis Enrique Rubio y Luis Eugenio Angulo , indicó que el relevamiento de lo acontecido le otorga razón al impugnante.

"Del agravio que desarrolló la parte actora, al oponerse a la admisión del ofrecimiento de la prueba, cobra preponderancia, remarcando que los motivos en los que justificó su planteo no evidencian que efectivamente esa decisión menoscabara su legítimo derecho de defensa en juicio".

Fundamento dado por el Alto Cuerpo.

En tal sentido, el Alto Cuerpo señaló: “Los fundamentos expresados por los decisores y las circunstancias fácticas del proceso dan cuenta de la tensión existente entre los dos derechos protegidos: tanto el de defensa de la demandada de ofrecer la prueba, como el mismo del actor que invoca la preclusión de tal etapa a su favor”.

Frente a ello, el Máximo Tribunal consideró que cobran especial relevancia los argumentos teóricos que sostuvieron los votos disidentes del pronunciamiento cuestionado que, paradójicamente, son coincidentes, sólo que para la mayoría condujeron a denegar la admisión del mentado ofrecimiento probatorio y el voto en minoría concluyó lo opuesto.

Según los vocales, las dos opiniones enfatizaron el valor de las normas que ordenan el proceso, salvo que se transformen en arbitrarias o contrarias al derecho actuado.

En esa dirección, el TSJ expresó que la real diferencia conceptual de los criterios aparece al tiempo de calificar el error de hecho cometido por el demandado y destrabar la tensión aludida, priorizando el derecho de defensa de una u otra parte.

Así, el Alto Cuerpo sostuvo que del agravio que desarrolló la parte actora, al oponerse a la admisión del ofrecimiento de la prueba, cobra preponderancia, remarcando que los motivos en los que justificó su planteo no evidencian que efectivamente esa decisión menoscabara su legítimo derecho de defensa en juicio.

Carga

Por lo expuesto, en el fallo se derivó que la ausencia del material ofrecido por la contraria en modo alguno le quita la carga de acreditar el sustento de su pretensión, observando que además juega un rol decisivo en este aspecto el principio rector de la búsqueda de la verdad real, que debe acompañar tanto a la decisión del fondo del litigio como a la circunstancia relativa a que la presentación fue receptada por otro tribunal, pero en tiempo oportuno y el servicio de justicia cuenta con los medios técnicos para remitir el escrito a la sede pertinente.

En resumen, por las razones dadas el TSJ concluyó que la decisión se asentó en una interpretación excesivamente ritualista, al calificar una deficiencia típicamente subsanable como inexcusable y dejando de lado la finalidad última del proceso.

De lo expuesto, en el fallo se resolvió que “debe admitirse el escrito de ofrecimiento de prueba de la parte demandada, con costas por su orden teniendo en cuenta la complejidad de la cuestión debatida”.

Autos: "Castagno Marta del Valle c/ La Segunda Art - Ordinario - Incapacidad" - Recurso Directo - 2919211, Trib. de origen: Cám. Apel. Civ. Com., Trabajo y Flia. Villa Dolores