El Consejo de la Magistratura aprobó este miércoles, en la última reunión plenaria del año, el sistema de concursos anticipados para acelerar la elección de magistrados y bajar así la vacancia cercana a un 25 por ciento que padecen los juzgados y tribunales nacionales.
El sistema consiste en el mismo trámite que se inicia cuando se produce una vacante pero de manera anticipada, previendo las necesidades de cada fuero.
Luego del examen, la compulsa de antecedentes, la entrevista personal y la elección de la terna para que el Poder Ejecutivo designe el candidato, los elegidos se mantendrán en espera hasta que se produzca la vacante o caduque el concurso pasados cinco años.
El consejero por la abogacía, Miguel Piedecasas, explicó ante sus colegas los detalles técnicos como el máximo de concursos acumulados, que se fijará en cuatro u ocho dependiendo de las áreas, y la exclusión del sistema del fuero federal, entre otros detalles.
“Creo que esto es auspicioso, es un gran gesto institucional, tenemos que poner todo nuestro compromiso y renovar el compromiso por los 75 concursos que tenemos pendientes para cubrir 177 vacantes”, resumió el abogado.
La iniciativa fue impulsada por el presidente del Consejo, y también de la Corte, Horacio Rosatti, para dinamizar y mejorar el reemplazo de jueces y camaristas, una de las grandes deudas del sistema judicial argentino que se agudizó cuando la misma Corte declaró inconstitucional su integración de trece miembros y ordenó ir a una de veinte.
Hoy, con la jura del senador Luis Juez tras una larga batalla judicial y política entre el kirchnerismo y la oposición por el cuarto representante del Senado, el organismo estuvo en condiciones de funcionar, por primera vez desde su reforma, con la nueva integración.
Pero el consejero diputado Rodolfo Tailhade no estuvo en el plenario por un trasplante de riñón, al igual que el representante del Poder Ejecutivo, Gerónimo Ustarroz, que cesó en sus funciones con el cambio de gobierno y aún no fue reemplazado.
No obstante las ausencias, los 18 consejeros presentes aprobaron por unanimidad el sistema, luego de una demora de más de una hora por una protesta de una veintena de trabajadores contratados, que reclamaban por sus contratos caídos y aceptaron dejar funcionar al plenario cuando se les garantizó la revisión de cada uno de los casos.