Cierran el Zócalo de Ciudad de México para recibir a Biden y Trudeau

Las calles del centro histórico de la capital mexicana amanecieron hoy cercadas por vallas metálicas y permanecían resguardadas por militares y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, como medida de seguridad ante la visita que realizarán más tarde al Palacio Nacional los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés López Obrador, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dentro de las actividades de la X Cumbre de Líderes de América del Norte.
Desde esta madrugada, la zona del famoso Zócalo de Ciudad de México amaneció cerrada a la circulación de vehículos y de personas.
Además, la estación Zócalo del subte permanecerá cerrada hasta el próximo miércoles, cuando finalice el encuentro entre López Obrador, Biden y Trudeau, informó el Sistema Colectivo Metro (STC), citado por el medio local Milenio.
El encuentro de líderes norteamericanos, conocido como la reunión de «Los Tres Amigos» y celebrado por última vez en Washington en 2021, tratará temas como la crisis climática y el desarrollo económico, pero, según el propio Biden, la agenda estará centrada en “reforzar” la frontera con México.
Esta es la primera visita oficial que Biden realiza a México desde que asumió en enero de 2021.
Se prevé que a las 16.15 hora local (las 19.15 de la Argentina) el presidente estadounidense llegue al Palacio Nacional para ser recibido en el Patio de Honor por López Obrador, donde se prevé que ambos mandatarios mantengan una reunión bilateral.
El mexicano estará acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, mientras que el estadounidense se presentará junto a su esposa y primera dama, Jill Biden.
Poco después se realizará la recepción al primer ministro de Canadá, también en el Patio de Honor de Palacio Nacional, pero sin ceremonia.
Se calcula que 15 minutos más tarde, López Obrador ofrecerá una cena a Biden y Trudeau, así como a sus esposas, en el Salón Antecomedor.
Horas antes de llegar a México, Biden realizó ayer su primera visita a la frontera para abordar la seguridad migratoria.
La recorrida por la localidad texana de El Paso se dio tras un año récord de inmigración irregular en la zona y días después de que Washington anunciara la entrega de 30.000 permisos humanitarios para migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos cada mes, aunque con restricciones más duras a quienes intenten cruzar la frontera sur sin la documentación necesaria.
Los permisos estarán limitados a las personas que tengan un patrocinador estadounidense, mientras que aquellos que intenten ingresar ilegalmente serán deportados a México y se les vetará la entrada al país durante cinco años.
Los migrantes serán expulsados bajo el Título 42, una polémica política sanitaria instaurada por el expresidente republicano Donald Trump que debía expirar el mes pasado, pero sigue vigente por orden de la Corte Suprema.
López Obrador afirmó que el tema migratorio también es un asunto relevante y subrayó que están trabajando de manera coordinada con Estados Unidos.
México aceptó el retorno de hasta 30.000 personas de los cuatro países implicados al mes, al considerar que un programa similar de permisos humanitarios anterior, exclusivo para venezolanos, había funcionado bien y disminuido un 94% los cruces irregulares diarios desde su puesta en marcha en octubre pasado.
Estados Unidos y México comparten una frontera de más de 3.057 kilómetros de largo.
Anoche, el Air Force One que transportaba al presidente demócrata aterrizó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde fue recibido por su par mexicano.
También estaban presentes el canciller Marcelo Ebrard, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; y el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma.
Tras el saludo oficial, ambos jefes de Estado abordaron la limusina Cadillac color negro -conocida como «La Bestia»-, donde permanecieron cerca de cinco minutos esperando a que arrancara y ser transportados a la Ciudad de México.
«La Bestia», perteneciente a Estados Unidos, es un búnker andante, una limusina blindada que es considerada el automóvil más seguro del mundo.