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Según un estudio mundial de Ipsos, estarían dispuestos a emigrar por una propuesta laboral adecuada, un aumento de sueldo u otros incentivos. Sin embargo, Argentina se encuentra entre los países con menos porcentaje de trabajadores que quieren irse.
Casi la mitad de los trabajadores de todo el mundo acordarían irse a otro país por un empleo adecuado, un aumento de sueldo u otros incentivos -como posibilidad de viajar a casa y clases de idiomas-.
Con la economía mundial aún en situación precaria, empleados de México, Brasil, Rusia, Turquía e India son los más dispuestos a aprovechar las nuevas oportunidades, mientras que los trabajadores de Suecia, Estados Unidos y Bélgica preferían quedarse más cerca de casa, según una encuesta internacional llevada a cabo por la consultora Ipsos, reproducida por la agencia Reuters.
Así, casi 20 por ciento de las personas encuestadas dijo que estaría muy dispuesto a trabajar en el extranjero durante dos o tres años si le ofrecían un aumento de salario de 10 por ciento, y 30 por ciento dijo que lo pensaría. “Se está viendo que la mitad de la población empleada en 24 países está realmente dispuesta a aceptar un puesto en el extranjero, lo cual es enorme”, señaló Keren Gottfried, director de investigación en Ipsos Global Public Affairs.
“Cuando se piensa en la creciente globalización del mundo y cómo las carteras incluyen ahora varios países y los empleados miran la experiencia internacional como un valor, no es sorprendente que se encuentre tanta gente interesada”, explicó Gottfried .
En casi 40 por ciento de los casos, un mayor salario es el incentivo más citado para emigrar, seguido por mejores condiciones de vida, promoción de la carrera, aventura y tiempo para cambiar, destacó Reuters.
Además, la garantía de recuperar su actual empleo tras dos años fuera es otro de los grandes incentivos que se tienen en cuenta para tomar la decisión de irse al extranjero por trabajo.
Los argentinos se quedan
A diferencia de los datos anteriores y contradiciendo la tendencia mundial, los argentinos “no buscan empleo en el exterior”, según otro estudio realizado por la encuestadora alemana GfK, que incluye la opinión de 30.556 trabajadores adultos de 29 países. Así, sólo 9 por ciento de los nativos de Argentina está pensando en radicarse fuera del país por motivos laborales.
Se trata de un porcentaje bajo si se compara con el resto de los países relevados: en Estados Unidos y Canadá, uno de cada cinco trabajadores afirma estar dispuesto a encontrar mejores empleos fuera de su país, cifra que en Portugal y Reino Unido trepa hasta superar 25 por ciento de los encuestados.
Las migraciones en Argentina se produjeron por diversos motivos: políticos, económicos, escasa movilidad social, expectativas de futuro desfavorables. El país de los últimos años no padece un estado particularmente crítico en este orden de cosas. Además, tanto profesionales como trabajadores encuentran una demanda de trabajo satisfactoria, dice el informe.
Por otra parte, la situación en el exterior no se presenta especialmente atractiva: los países desarrollados en crisis económica, especialmente los culturalmente afines como España e Italia. Otros países de América Latina no representan promesas de calidad de vida sustancialmente mejores”, explicó Valeria Bellani, directora de GFK.
