ESCUCHARLa enfermera acusada de envenenar a recién nacidos se defendió y apuntó contra la Justicia y los medios. También declaró la exdirectora del hospital Liliana Asís y el exministro de Salud, Diego Cardozo
Brenda Agüero, la enfermera acusada de envenenar a cinco bebés recién nacidos con potasio en el Hospital Neonatal de Córdoba, e intentar matar a otros ocho, declaró en la segunda jornada del juicio en su contra que enfrenta junto a 10 exfuncionarios provinciales
Tras hablar durante casi una hora, la mujer aceptó contestar preguntas de índole personal y aseguró, entre varias cosas, que “es inocente”.
La enfermera apuntó contra los medios por la construcción de la imagen que se hizo en su contra y remarcó que jamás le haría daño a nadie.
“Las muertes de los bebés existieron, pero no puede ser que me estén bombardeando a mí cuando no tienen pruebas”, afirmó la joven de 29 años, quien cuestionó el accionar de la Justicia: “Lo que veo es que, en vez de ser justa, no lo es. Me ha tocado experimentarlo en carne propia”.
“Cuando me detuvieron, los medios no hicieron otra cosa que señalarme y atacarme, sin pensar en el riesgo que corría en un contexto de encierro como es Bouwer, ni en mi familia afuera”, expresó la acusada, quien lleva detenida desde el 19 de agosto de 2022.
Respecto a las acusaciones en su contra, fue enfática: “Quiero que quede claro: no entiendo en qué cabeza cabe que una persona sana, sin antecedentes ni problemas psiquiátricos, de un día para otro salga a matar”. Además, aseguró que los medios construyeron una imagen falsa de ella. “Crearon la figura de un asesino serial que no existe. Gracias a eso, mi familia y yo estamos en este contexto”.
Un lugar que amaba
Agüero también habló de su vínculo con el Hospital Neonatal, donde comenzó a trabajar luego de un gran esfuerzo. “Estaba fascinada con ese hospital. Luché tanto para entrar que duele que ese lugar que tanto amaba me termine arruinando la vida”, lamentó. Sin embargo, reconoció que no volvería a ejercer como enfermera: “Hoy no quiero saber más nada con eso. No podría volver a tener contacto con un niño ni a ejercer la profesión que tanto quise”.
En ese sentido sostuvo: “ Yo quería estar en el área de Neonatología, me costó bastante. Y que ahora, de la noche a la mañana, la vida se te cambie el 300% duele. Duele un montón. Es un antes y un después. También te da no sé si bronca, sí impotencia”.
En prisión, Agüero ha comenzado a estudiar abogacía, aunque explicó que aún no ha leído por completo el expediente de su caso, motivo por el cual planea ampliar su declaración en una etapa posterior del juicio.
La acusada también se defendió de uno de los principales elementos de la causa: los archivos en PDF encontrados en su teléfono, que los investigadores relacionaron con la muerte de los bebés. “Me los mandaba una compañera que hacía un curso pago en el Hospital Garrahan”, explicó.
Aclaró que estos documentos estaban vinculados a su trabajo en otro sanatorio: “Tenía archivos de neonatología porque trabajaba en esa área, pero no los descargué yo; son archivos que me enviaron”.
Sobre su perfil psicológico-psiquiátrico, Aguero relató que fue sometida a ocho pericias alternadas (orales y tests) y que quedó demostrado que no tiene “ni doble personalidad que ni ningún tipo de enfermedad psiquiátrica…”.
“No entiendo cómo la gente puede creer todo lo que dicen los periodistas -continuó-. Es algo que no tiene sentido. Trabajé en el Allende en un área bastante rigurosa, no cometí ningún error. No tiene sentido, no tiene lógica que en el Allende no haya cometido errores y en el Neonatal sí. Dijeron que elegí el Neonatal porque iba gente vulnerable. Nada que ver”.
Nunca pensé pasar por esto
Además del testimonio clave de Brenda Agüero también declaró ante el Tribunal la exdirectora del centro de salud, Liliana Asís.
Durante su testimonio, Asís relató su trayectoria profesional y expresó su compromiso con la gestión hospitalaria, especialmente durante la pandemia de Covid-19, destacando el cuidado que brindó tanto al personal como a los pacientes.
Asís, quien reveló ser insulinodependiente y estar bajo tratamiento médico, agregó que desde su detención perdió todos sus ingresos. “Me duele decirlo, nunca pensé pasar por esto. Cuando me fueron a detener a mi casa, una camioneta grande, sola, atrás, para sacarme una foto de frente y perfil, y que me esposaran… ¿Cómo se siente una persona en esa situación, al final de la vida?”, expresó entre lágrimas.
La exdirectora también negó las acusaciones en su contra: “Yo no subí escalones pisando cabezas. Qué necesidad tenía de hacer lo que se me acusa. Soy como un cristal roto en mil pedazos. Disculpas, no pensaba quebrarme. He sido muy dura en vida, salí de muchas adversidades, pero ahora dejé de ser el puntal”.
Pasadas las 11:40, el exministro de Salud, Diego Cardozo, también ofreció su testimonio. Al igual que otros testigos, decidió responder únicamente preguntas relacionadas con su vida personal o su función, evitando abordar aspectos vinculados directamente con la causa.
Cardozo relató brevemente su trayectoria profesional hasta llegar al Ministerio de Salud y explicó su situación actual. Sus abogados solicitaron que se incorpore a la causa la declaración que realizó durante la etapa de investigación.
El exministro también reveló cómo esta causa ha afectado su salud, mencionando que actualmente enfrenta un diagnóstico de cáncer.
