En un raid legislativo que tuvo a la prórroga de la emergencia económica y a la reforma del Monotributo en el centro de la escena, el miércoles pasado el Senado declaró de interés nacional la construcción de una cuarta usina nuclear en el país, que podría radicarse en la localidad bonaerense de Lima -como Atucha I y II. La nueva ley dio también el espaldarazo definitivo para comenzar con el reacondicionamiento de la central de Embalse, con el objetivo de extender su vida útil por otras tres décadas. Ambas tareas quedaron bajo la responsabilidad de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA)
El presidente de esa empresa, Eduardo Messi, visitó Córdoba esta semana, invitado por la Universidad Nacional. En diálogo con Comercio y Justicia explicó que la renovación de Embalse costará 1.000 millones de dólares y sería financiada en 30% por la Corporación Andina de Fomento (CAF), mientras que el 70% restante lo aportaría directamente el Estado nacional. Señaló, además, que los trabajos emplearán hasta 1.500 personas y que el Ejecutivo evalúa en la actualidad el tipo de tecnología que utilizará la cuarta central nuclear del país.
NA-SA tiene en la actualidad a su cargo la producción y comercialización de la energía eléctrica generada por las centrales nucleares Atucha I y Embalse y la finalización de Atucha II. La empresa cuenta con un potencial de generación de 1005 Mwe nucleares -357 en Atucha I y 648 en Embalse- y produce además el radioisótopo Cobalto-60, de uso en medicina y en la industria. Se trata de una firma creada en 1994 por decreto del Poder Ejecutivo, cuyo principal propietario es el Estado Nacional con 99% de las acciones -la Secretaría de Energía es la tenedora de éstas-, mientras que el Ente Binacional de Emprendimientos Energéticos SA cuenta con el resto del paquete accionario.
Embalse y Atucha III
El proyecto de extensión de vida de Embalse comenzó en 2007 con los estudios de factibilidad y envejecimiento de los sistemas. Se trata de la segunda central nuclear construida en el país y la máquina térmica más grande de Sudamérica. Su tecnología es de tipo Candu (Canadian Uranium Deuterium), como otras plantas similares que operan en Canadá, Corea del Sur, India, Rumania, Pakistán y China, cuyo combustible es el uranio natural y cuyo refrigerante y moderador es el agua pesada.
La energía aportada por Embalse se entrega a la red nacional interconectada. En promedio, a valores actuales de consumo per cápita, suministra lo suficiente para abastecer los requerimientos de 3 a 4 millones de personas, principalmente del Noroeste, Cuyo y Centro del país, además del Gran Buenos Aires y el Litoral.
CyJ: – ¿Cuánto tiempo y personal implicará la extensión de vida de Embalse?
EM: – La ley aprobada recientemente contiene dos partes: por un lado, nos permite construir la cuarta central nuclear, y por otro hacer la extensión de vida de Embalse. Ambos proyectos vienen de la mano de algunas facultades adicionales que el Congreso otorgó a NA-SA, para contar con herramientas más idóneas para llevar adelante proyectos de tal magnitud.
En Embalse ya se están haciendo trabajos para su renovación, como las evaluaciones de los componentes. Pero en un momento se va a parar y a partir de allí el plazo de trabajo será de entre uno y medio y dos años. La fecha exacta de parada aún no se sabe, pero seguramente será en 2011. Vamos a necesitar personal del exterior para estos trabajos, por lo menos entre 500 y