Martín Sabbatella, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación, el principal referente de Nuevo Encuentro visitó Córdoba. Hizo un balance de la ley de medios audiovisuales, del nuevo sistema de medición de audiencias y habló del futuro del partido que lidera Cristina Fernández.
Martín Sabbatella está confiado en que la desmonopolización de los medios de comunicación fortalecerá la democracia y recuperará la autoridad estatal. Con la misma actitud, auguró para el kirchnerismo un futuro promisorio. De visita en Córdoba para participar del Encuentro de Comunicación Audiovisual de la Región Centro, el referente del Nuevo Encuentro brindó una conferencia de prensa.
¿Qué balance hace de la ley de medios audiovisuales a casi cinco años de su sanción?
– Tenemos un balance ampliamente positivo. La ley tiene muchos aspectos y muchos temas. Se trata de una ley que estuvo frenada cuatro años y, en este sentido, hoy estamos en la etapa de la adecuación. Se presentaron 40 empresas; Clarín lo hizo luego del fallo de la Corte. De esas 40 presentaciones, el directorio ya estudió y desestimó 15, otras 20 fueron aprobadas y hay cinco que faltan tratarse. Este año debe terminarse con este proceso de adecuación.
¿Qué análisis han hecho del plan presentado por Clarín?
– El plan de adecuación cumple estrictamente lo que la ley determina y por eso el directorio lo aprobó. Ahora Clarín debe presentar los nombres de quiénes serán los futuros compradores o quiénes se quedarán con las nueva unidades de negocio. Ahora es la Comisión de Valores la que está estudiando este tema, luego lo evaluarán la Afsca y la Unidad de Información Financiera. Si el plan de adecuación de Clarín cumple realmente con la ley -esto es, si las nuevas unidades de negocios funcionan realmente por separado, si no tienen vínculos societarios ni operativos, si no hay transferencia de recursos, entonces Argentina habrá dado un paso muy importante en lo que se refiere a la desconcentración de los medios y la defensa de la libertad de expresión, de la democracia y de la recuperación de la autoridad estatal.
¿Para alcanzar este objetivo el Gobierno deberá intervenir finalmente con una adecuación de oficio o confía en el plan presentado por Clarín?
– La ley se va a cumplir, ya sea a través de la adecuación voluntaria o de la adecuación de oficio; nadie podía imaginarse hace un tiempo que podía venir Magnetto o Ernestina de Noble a presentarse a una oficina pública con un papel que dice que se van de Clarín y que tienen que cumplir la ley como cualquier hijo de vecino. Esto demuestra que nadie tiene coronita.
– ¿Cómo se aplicará el nuevo sistema de medición de audiencia presentado por la Presidenta?
– Se trata de un sistema de medición que van a organizar las universidades, será un sistema de medición público pero no gubernamental. Son las universidades las que harán el trabajo y es sumamente importante porque la medición de rating estaba especialmente centrada en el área metropolitana y eso es injusto porque no permite tener una visión federal de la comunicación.
¿Este sistema de medición podría modificar la forma en que se distribuye la pauta publicitaria?
– Sin dudas, tener un mecanismo que dé más seguridad, más certezas, más transparencia le va a hacer muy bien al mundo empresarial que contrata la pauta publicitaria y a los medios de comunicación que ofrecen los minutos y segundos.
¿Cómo está posicionado el kirchnerismo con v.istas a 2015?
– Nosotros creemos que el kirchnerismo nació para quedarse, que hay que hacer una apuesta profunda para darle dimensión fundacional. El kirchnerismo es el nombre del pensamiento nacional popular y democrático del siglo XXI. Creemos que produjo un antes y un después en Argentina, que no es un momento y punto sino que es un momento fundante de una nueva etapa en Argentina. El gran desafío es seguir anclando territorial y socialmente al kirchnerismo. Después se discutirán los nombres de los candidatos de cara a 2015; hoy no estamos pensando con nombre y apellido. No hay nada más peronista que ser kirchnerista, no hay nada más irigoyenista que ser kirchnerista y nada más de izquierda que ser kirchnerista, porque el kirchnerismo expresa esa vocación transformadora de las grandes tradiciones políticas y populares de Argentina.