ESCUCHARLa principal causa mundial de muerte de adolescentes, de entre 15 y 19 años, son los accidentes de tránsito. A este dato alarmante de la Organización Mundial de la Salud, con correlato local, se suma otro de tipo económico: un accidente es costosísimo. Estiman que casi tres por ciento del Producto Bruto Interno se va en “paliativos” de consecuencias derivadas de estos siniestros.
Así lo advirtió la rosarina Sandra Crescente, una de las 30 psicólogas del tránsito que existen en el país, quien considera que la campaña “Conductor Designado” -donde se promueve que en un grupo de amigos se seleccione a uno para que no ingiera alcohol mediante el incentivo de que beba otro tipo de bebidas en forma gratuita y se le habilite la entrada libre a los boliches, para que sea quien conduzca al resto- no servirá de nada si no se aborda paralelamente la responsabilidad de los padres.
“Si a la vez que lanzo la Campaña de Conductor Designado no involucro simultáneamente, en otra campaña, a los padres, por supuesto que no va a servir, porque, si no, el hilo se corta por lo más delgado, la culpa es del adolescente que toma. Claro que es el responsable evidente, porque nadie le pone una botella en la boca a punta de pistola, pero para que ese chico deprecie su vida al punto de hacer una ingesta peligrosa y salir a conducir, tiene que haber carecido de un soporte o ha tenido un soporte muy aireado de lo que significa para él su vida”, recalcó Crescente a Comercio y Justicia.
No hay un sola solución -explicó-, y advirtió que si a la iniciativa del Conductor Designado, algo que ya funciona en distintas localidades de la provincia, no se le agrega el control y una sanción efectiva a ese control, dificilmente esa campaña sirva.
En este punto, la psicología del tránsito trabaja no sólo sobre la modificación de conductas, sino también sobre los valores. “Para que un adolescente consuma alcohol, tiene que tener dinero… ¿trabaja? ¿lo obtuvo él o se lo dieron los padres? ¿tiene el auto porque se lo consiguió él o se lo dieron los padres? ¿qué control ejerce el Estado sobre la venta de alcohol? ¿qué control se ejerce sobre la licencia de conducir? ¿se hace el psicofísico?”, disparó.
La psicología del tránsito pretende cuestionar el concepto remanido de asociar tránsito con auto y trata de instalar que el tránsito hace al derecho y a la salud de las personas que todo el tiempo están en movimiento. Además, insiste en la necesidad de educar en conductas apropiadas desde la primera edad, algo que hoy no se hace en el país en esta materia.
En Córdoba
El viernes pasado, con la capacitación de Crescente, egresaron diez nuevos especialistas cordobeses, que podrán actuar en prevención de accidentes, atención durante los siniestros y rehabilitación. Al cierre asistieron Martín Luque, director de la Dirección de Defensa Civil de la Municipalidad de Córdoba; la jueza de faltas Miriam Bir y el comisario mayor Nicolás Nieto, de la dirección de Tránsito de la Policía Caminera de la Provincia.
Antes de recibir sus certificados, los nuevos psicólogos del tránsito hicieron un práctica en la esquina del Colegio de Psicólogos de la Provincia -donde se dictó la especialización-. El nivel de infracciones advertidas en cinco minutos en la esquina de Av. 24 de Septiembre y Ovidio Lagos fue preocupante. Observaron 11 infracciones de peatones y ciclistas y ocho de automovilistas. Para m
