Financiamiento de viviendas, precios de terrenos y casas, acceso a los servicios básicos, mortalidad de niños menores de cinco años, incidencia del HIV, tasa de escolaridad, precio del agua, regularidad en la recolección de basura, tiempos de traslado del transporte, empleo informal y desempleo, criminalidad, participación ciudadana y transparencia, son algunos de los 40 indicadores que el Observatorio Urbano Córdoba (OUC), de la UNC, está midiendo sobre la ciudad.
El organismo, que fue creado por iniciativa de centros académicos como el Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública (IIFAP), el Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía, el Instituto de Investigación de la Vivienda y el Hábitat y el Instituto del Ambiente Humano de Arquitectura, acaba de inaugurar su nuevo laboratorio central con un equipamiento que le permitirá adquirir y procesar mayor cantidad de información. Sin embargo, la principal dificultad se le plantea en el acceso al insumo.
Si bien la coordinadora del OUC, Andrea Cometto, rescata los acuerdos de cooperación firmados con la Municipalidad, la Dirección de Estadísticas y Censos provincial y con otras entidades públicas y privadas, sostuvo que “la principal dificultad se da en el plano del acceso a la información pública”.
“A escala de la ciudad, la información del área de Salud es la más difícil de obtener”, señaló. Al respecto, sostuvo que hay datos que recién les fueron proporcionados después de gestionarlos durane dos años.
Los observatorios urbanos se crearon en el mundo como un instrumento para impulsar el proceso de desarrollo urbano sustentable, a partir del análisis de información objetiva. Asimismo, sirven para el desarrollo de estrategias frente a las problemáticas de la ciudad.
“Desde el observatorio seguimos la evolución de 40 indicadores básicos sugeridos por la ONU. A futuro, por su incidencia, pensamos ampliarlo al área metropolitana”, ilustró Cometto.
El OUC, creado en 2004, acaba de adquirir equipamiento informático de última generación, la licencia de un software especial para el procesamiento de la información y equipos de campo, como instrumental para medición de parámetros ambientales y receptores satelitales que permitirán la recolección de datos de terreno posicionados espacialmente. “Esto potencia las posibilidades de realizar la georeferenciación o mapeo de la misma”, agregó la coordinadora.