Una investigación revela que 20% de los estudiantes cordobeses del último curso trabaja mientras estudia. Lo hace en horario reducido, 12 horas semanales en promedio. Un tercio de ellos, en emprendimientos familiares.
Por Carolina Klepp / [email protected]
Los jóvenes cordobeses tienen una valoración adversa sobre las herramientas y competencias que les brinda el secundario para salir a trabajar. Concretamente, 52% dice que el nivel medio “no prepara bien para el mundo del trabajo”.
Así lo reveló una investigación realizada por el licenciado en Ciencias de la Educación Ángel Robledo y el psicólogo Livio Grasso, docentes e investigadores de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), publicada en el libro La juventud del Bicentenario, que se presentó días atrás en la Facultad de Educación.
El estudio recabó las opiniones de 1.256 jóvenes de sexto año del secundario. Cuarenta y tres por ciento de los estudiantes encuestados asistió a escuelas estatales y, los restantes, a colegios privados de la ciudad de Córdoba. Del total, 61% es mujer y el 38% restante, varón.
El trabajo indagó en distintas facetas de la vida de los jóvenes, entre ellas: sus creencias, aspiraciones, valores y en los logros deseables del nivel secundario de enseñanza.
Al respecto, uno de los capítulos se refirió a la calidad de la formación y su valoración con relación a la preparación para el trabajo.
“El secundario alguna vez fue la clave para asegurar el empleo. Hoy en día, completar o no este nivel es una variable asociada con la ocupación/ desocupación, como lo indican los resultados de las distintas ondas de la Encuesta Permanente de Hogares. Esta relación ha sido -en el mismo sentido- destacada en el discurso de especialistas y políticos que ven en los estudios la clave para la reducción de la inequidad y la exclusión. Es verosímil que sea también el principal aspecto a valorar, si no el único, en las familias sin tradición en este nivel educativo, cuyos hijos lo cursan ahora por la obligatoriedad legalmente establecida”, explican los autores.
Sin embargo, este aspecto figuró en el último lugar de los objetivos usualmente asignados al nivel secundario vinculados con la siguiente etapa de la trayectoria de vida que les espera a los alumnos.
“Se observa que 52% de los jóvenes que finalizan el nivel opinan que la escuela secundaria ‘no prepara bien para el mundo del trabajo’, lo que llama a la reflexión respecto de la confianza en las competencias laborales que la escuela desarrolla”, detalló Robledo a este diario.
Estudian y trabajan
Uno de los datos llamativos que arrojó la encuesta aplicada fue la cantidad de aquéllos que trabajan mientras están cursando el último año de la escuela.
“La proporción de jóvenes trabajadores entre los estudiantes de sexto año es importante: 20,8%. Predominan ampliamente quienes trabajan en horario reducido; en término medio, unas 12 horas semanales. Un tercio de ellos trabaja en emprendimientos familiares y tiende a concentrarse en escuelas estatales, aunque es muy importante el porcentaje de jóvenes trabajadores que cursan sexto año en escuelas privadas (45%)”, sostiene el estudio.
En detalle, 55% de los jóvenes que trabajan concurren a escuelas de gestión estatal y el trabajo es ocasional (dos horas por día o los fines de semana).
Valores
– Los aspectos del trabajo que los jóvenes consideran “importantes y muy importantes”, en orden valorativo son:
“seguridad y estabilidad” (94,5%); “gusto personal” (93%); “buenos ingresos” (93%); “posibilidad de realización personal” (90%); “asunción de responsabilidades” (83,5%); “desarrollo de la iniciativa personal” (83%); “horario que permite hacer otras actividades” (79%); “que contribuya al bien de la sociedad” (72%); “prestigio personal” (66%).– La valoración de los jóvenes antes referida guarda similitud con encuestas aplicadas en la población general.