ESCUCHARLos principales debates sobre biotecnología, las políticas de desarrollo para el sector, el impacto económico y el registro de los avances locales son algunos de los ejes sobre los que girará el Congreso Nacional e Internacional de Agrobiotecnología, Propiedad Intelectual y Políticas Públicas, que tendrá lugar en Córdoba a partir de mañana y hasta el viernes, con reconocidos referentes del ámbito local y mundial.
Entre ellos, el coordinador del programa de biotecnología del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Alberto Díaz, expondrá el jueves sobre la necesidad de desarrollos productivos desde el Estado. Antes de arribar a Córdoba, dialogó con Comercio y Justicia y anticipó que en tres meses se abrirá la Planta Biotecnológica, donde los científicos experimentarán con microorganismos a los fines de lograr desarrollos a escala para la industria, intentando así que las investigaciones trasciendan los muros de los laboratorios.
– ¿Qué se está haciendo desde el Estado para apoyar los desarrollos biotecnológicos?
– Desde el programa que llevamos adelante en el INTI apuntamos a aumentar la competitividad en las industrias biotecnológicas a través de la transferencia de tecnología, facilitando los desarrollos productivos, propios y privados. Actualmente estamos trabajando sobre dos desarrollos, uno en alimentos y otro en salud. En el primer caso, estamos desarrollando enzimas para los jugos con técnicas nuevas que, de lograr escala, podremos utilizar en las leches luego. En el segundo caso estamos desarrollando, junto a inverstigadores del Conicet, unas proteínas que sirven como cicatrizantes para úlceras (por ejemplo en las piernas). Esto ya está patentado.
– ¿Cuántas empresas hoy tienen desarrollos biotecnológicos en el país?
– Un relevamiento que realizamos en 2005 arrojó que, en lo referido a producción, eran entre 70 y 75. Hoy deben ser unas 80 u 85. La mayoría están relacionadas con semillas, medicamentos y alimentos. En Córdoba están (el laboratorio de) Hemoderivados y Arcor, por ejemplo.
– ¿Cuántas deberían estar hoy implementando este tipo de desarrollos para que el país pueda competir con relación al contexto?
– No es algo que podamos decir desde el INTI, sino que deben decirlo desde el Ministerio de Economía, desde Industria. No hay un estudio estratégico sobre la necesidad de llegar a cierta cantidad en 2010 y a tantas otras en 2020.
– Para poder despegar en este aspecto, ¿qué necesita el país?
– Se necesitan empresas que se dediquen a este tipo de desarrollo y que adquieran tecnología; se necesita financiamiento adecuado y recursos humanos para que se promueva una producción de calidad. En tres meses, nosotros inauguraremos nuestra planta de biotecnología que estará ubicada en el Parque Tecnológico del INTI en San Martín (Buenos Aires) y desde allí transferiremos tecnología.
– Actualmente, ¿hay proyectos en materia de agrobiotecnología en el INTI?
– Si bien no estamos trabajando ni en semillas ni en producción de granos, en lo que se refiere al sector agropecuario se está avanzando en materia de sanidad animal, diagnósticos para detectar enfermedades e infecciones en alimentos.
El Congreso Internacional sobre el tema, donde disertará Díaz, comienza mañana a las 18, en el Ministerio de Ciencia y
