La búsqueda laboral es una situación estresante y más en momentos en que la economía muestra algunos signos de desaceleración. No es lo mismo buscar empleo en épocas de bonanza que en momentos de ajuste. A esto hay que sumar la presión social y familiar que siente una persona desocupada en edad productiva. Ello puede tensionar a la persona que busca y jugarle una mala pasada.
El primer consejo, ante una entrevista laboral, es mantener la calma. Las expectativas, sumadas a los elementos descriptos anteriormente, pueden causar que la persona no sea capaz de presentar sus mejores argumentos al momento de encarar la difícil tarea de abordar una entrevista de trabajo.
En segundo lugar, piense en el selector como su socio estratégico. Él necesita cumplir su trabajo, cubriendo el puesto en cuestión de la mejor manera. Usted necesita que esa persona entienda que la suya es la mejor opción del mercado. Piense en positivo y siempre sea colaborativo con la tarea mutua que supone la entrevista.
Con respeto a la descripción de tareas y funciones, debe ser exhaustiva detallando pasos de ejecución o secuencias de tareas, definiendo el rol y su importancia en la estructura organizativa. Lo ideal es que las respuestas a preguntas dirigidas a la actividad o puesto actual sean respondidas con base en criterios observables y medibles y que apunten a ¿qué se hace? ¿cómo se hace? ¿cuándo se hace? y ¿por qué se hace?
Trate también de enfocarse en averiguar correctamente estos ítems cuando tenga al entrevistador al frente. Aproveche el convite para hacer preguntas para evacuar todas sus dudas.
Un elemento importante en el proceso, para el entrevistador, es conocer los motivos de egreso. Deben quedar claros, sin lugar a “ruidos” o interpretaciones del selector. Los datos de referencias deberían incluir no sólo áreas de recursos humanos o personal sino también a supervisores directos.
Por último, es importante dejar bien en claro las motivaciones para el cambio o el ingreso en el nuevo puesto. Es una pregunta habitual hacia el final de las entrevistas laborales.
El éxito de la respuesta radica en la clarificación de las verdaderas motivaciones para el ingreso a una empresa. Si bien cada motivo es personal, es bueno mantener un equilibrio entre lo económico, el desarrollo profesional y la estabilidad laboral.