Mauro imagina su funeral, pero claro, Mauro es un payaso y toda su fantasía se despliegae en clave circense.
Textos y fotos Leo Luna
Sobre este esquema se desarrolla Corteo, la obra que trae a Córdoba el Cirque du Soleil en su primera visita a esta ciudad.
Como se trata de morirse, un hecho al cual nadie llega con experiencia previa, Mauro es acompañado por su ángel guardián que lo asiste en tamaño momento.
Los recuerdos de infancia, las mujeres que participaron de su vida, la música, el arte en distintas expresiones emergen en recuerdos protagonizados por acróbatas, arlequines, domadores y cuadros llenos de talento y de magia.
Es un recorrido vertiginoso con lugar para la risa y la sorpresa, con todas las contradicciones que llenan la vida misma -el acierto y el error, lo bello y lo oscuro, lo ridículo y lo trágico, lo pequeño y lo grotesco-.
Dentro de una carpa confortable, que deja disfrutar el show desde cualquier lugar, el clima es de encantamiento y el hechizo puede convertir en niños a quienes conozcan y recuerden que el amor es ese estado que nos cuelga de un trapo y nos hace girar envueltos por el cuerpo de quien amamos.
La adrenalina nunca para, desde un trapecio o con malabares, generando música con cualquier instrumento. Este elenco multicultural que reúne talentos de todas partes del mundo estará por la carpa armada en Feriar hasta fin de mayo. El que por ella pase, ya nunca podrá dejar de recordarlo.
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