Así lo expresó Karim Rashid, el diseñador egipcio radicado en Nueva York que visitó esta ciudad en el marco de la segunda Bienal Internacional Córdoba CiudaDiseño, que se llevó a cabo a finales del
mes pasado
“Entendemos la historia desde los elementos físicos que la documentan. Si yo diseño algo ahora, tiene que identificar el tiempo en el que vivo”.
Con esta reflexión, el reconocido diseñador industrial y de interiores Karim Rashid disparó su charla motivacional que tuvo lugar a fines del mes pasado en esta ciudad, en el marco de la segunda Bienal Internacional Córdoba CiudaDiseño.
“Cuando cursaba en la universidad tenía una epifanía: que dentro de muchos años, alguien tomara algo que yo diseñé y entendería el tiempo en el que viví. En otras palabras, el diseño es un marcador de los tiempos en los que transitamos”, expresó el ciudadano egipcio radicado en Nueva York.
“Yo definiría el momento actual como la era digital, lo que significa oportunidades innumerables para todos los aspectos de nuestras vidas”, expresó Rashid.
“Todos los objetos hablan de la época en la que vivimos. Un objeto típico de la actualidad sería un teléfono celular, aunque ya a esta altura lo vemos como algo primitivo porque la velocidad de la tecnología es exponencial”, continuó el especialista ante un auditorio colmado por estudiantes, profesionales, arquitectos, funcionarios y empresarios.
La charla ocurrió en el Sheraton Córdoba Hotel y posteriormente se realizó una conferencia de prensa con un acotado grupo de periodistas, en la que estuvo presente El Inversor y la Construcción, en la cual Rashid respondió a las siguientes preguntas.
¿Qué significa para vos esta visita a la Argentina?
Hacía más de diez años que no venía a Argentina. Para mí es muy importante viajar a distintos países del mundo. Mi agenda es más amplia que el diseño, pienso que lo que digo es más importante que lo que hago. Lo que quiero es inspirar a la gente a través del lenguaje, hablando de mi trabajo y de ser más proactivo. No permito que mis charlas se graben porque quiero que cada uno tenga su propia experiencia. Quiero también que mis conferencias estén abiertas a todos, que no sean elitistas.
¿Como surgió tu vocación de diseñador?
Tengo una hija de cinco años y estoy en esto de comprender si estamos conformados desde el punto de vista de la genética o de las conductas. Y mi conclusión es que yo pienso que la inteligencia es genética pero lo que hacemos en este mundo está impulsado por el conductivismo.
Si ves un niño prodigio que toca el piano es porque al año los padres le regalaron el piano. Y si elijo a cualquier persona con un mínimo de inteligencia que quiera hacerlo, también logrará ser buena. Creo que es increíble esa fuerza impulsora interna que te dicta lo que uno quiere hacer. Sin esa fuerza no haríamos nada. En síntesis, somos capaces de hacer cualquier cosa.
Mi perspectiva es que mi hija puede hacer cualquier cosa siempre y cuando haga un bien para el mundo.
Cuando era niño asistí a un concurso de dibujo, todos dibujaban hombres y casas, y yo dibuje una valija y gané.
Me encanta la fuente impulsora que te va diciendo eso es lo que hay que hacer, eso es pasión. Sin esa pasión no haríamos nada.
¿Que pensás sobre el impacto de la tecnología en el diseño?
La tecnología es mucho más que una herramienta. Si no la usamos es porque de alguna forma nos da miedo. Ya no es una herramienta que uno puede usar o dejar de usar. Hoy es imprescindible. Hay datos que están viajando por todo el mundo. Se generan más de dos mil millones de imágenes por todo el mundo. La era digital nos ofrece un mundo sencillo y nosotros somos los editores. Todos debemos ser lo suficientemente inteligentes para saber reducir, recortar y editar.
¿Existe el buen gusto?
Odio esa palabra. Hay palabras que quisiera erradicar. Por ejemplo, “clásico”. Cuando te piden si podés diseñar algo más clásico, lo que quieren decir es “algo más vendible”. A estas inquietudes yo les respondo que si yo hago algo clásico, se va a dejar de vender.
En cuanto al gusto. Cuando la gente diseña el interior de un ambiente, generalmente se trata de un espacio que ya conoce, y debe ser donde uno se siente cómodo. El gusto está vinculado con lo cómodo, que en cierta medida es temor a salir de ese espacio de confort.
¿Cómo te definirías?
Creo para otros y por eso existo. Y cuidado porque la palabra creación implica hacer algo nuevo, crear sin una receta. Sin copiar ni tomar nada de lo que ya está preestablecido.
A la hora de asignar color a mis creaciones soy intuitivo, y en ese sentido me defino más como un pintor. Debido a cómo uso el color, muchas veces pierdo proyectos, ya que mucha gente en lugar de ver el producto en si, se enfoca en el color.
Cadenas como Hyatt y Four Seasons me tienen miedo porque no se dan cuenta de que lo que están haciendo ya fue. Es aburrido, sin una fórmula.
En cambio yo busco, independientemente del lugar que se diseñe, que el que entre sienta que está vivo.
Hace quince años estaba internado en un hospital porque tenía cáncer y era el lugar más deprimente que había visto. Mientras estaba allí, dibujaba el hospital que me gustaría. Hoy estoy trabajando en uno que va a estar en Tel Aviv. De hecho, estoy seguro de que los pacientes de este lugar van a poder vivir más porque esto es muy poderoso.
¿Qué cambios haría en el hospital de sus diseños?
Haría muchos cambios. El tema con el diseño, independientemente de lo que sea, es tener un lenguaje común.
Por ejemplo, en el caso de un avión todo el diseño debe estar enfocado en la seguridad. Las formas tienen que fluir de forma que garanticen la seguridad.
En un hospital todo tiene que estar enfocado en la circulación. Cada piso debe ser como una pista de carrera elíptica, sin esquinas, y los materiales ser higiénicos y fáciles de limpiar.
En los hoteles pasa lo mismo. Ahora estoy trabajando con Radisson y lo que pasa con las tendencias es que se van copiando de todas partes, sin un sentido lógico. Por ejemplo, la bañadera que quieren incluir la mayoría de los cinco estrellas es usada por menos de 15% de los huéspedes. Además, se sabe que las habitaciones se tienen que limpiar en veinte minutos. Entonces hay que diseñarlas para eso.
En los años 70 y 80 eramos más inteligentes. Los diseñadores estaban más enfocados en las mejoras y no tanto en el estilo.
Y hoy, ¿en dónde estamos enfocados?
Hoy somos unos esclavos del consumo. Cuando uno camina en la calle ve tanto merchandising que me enferma. Esto nos chupa y creo que es momento de parar. Seguir la expresión “menos es más” y creo que ahí va el mundo.
Yo aplico una costumbre que me ayuda a eso. Se llama suma y sustracción e implica que desde hace 16 años tengo la misma cantidad de cosas. Si me regalan algo, inmediatamente me deshago de lo mismo que ya no uso. De este modo, tengo más tiempo, sigo siendo creativo y me es más fácil mudarme.
La idea de ir de shopping no la entiendo. No podemos seguir así. Al final del día sólo quiero besar a alguien bello, tener una idea y crear.
Karim Rashid: biografía de un famoso
Karim Rashid es considerado el diseñador industrial y de interiores más famoso del continente americano. Sus diseños incluyen artículos de lujo, mobiliario, iluminación, diseño de exteriores, identidad de marca y empaques. Nació en El Cairo y desde hace años vive en Nueva York.
Los diseños de Karim incluyen el bote de basura Garbo, la silla Oh para la compañía Umbra, un concepto de tienda para Giorgio Armani, tapas de registro para las alcantarillas de Nueva York, botellas de perfume Kenzo bobble water bobble, relojes y vajillas para Alessi, iluminación para Artemide y productos para Veuve Clicquot, entre otros.
Su trabajo, curvas sensuales y colores brillantes, es fácilmente reconocido y ha sido varias veces descripto como “minimalismo sensual” y blobjects.
El trabajo de Karim es presentado en 20 colecciones permanentes y sus obras de arte en galerías por todo el mundo, incluyendo al MoMA en Nueva York y Centre Pompidou en París.Segunda Bienal Córdoba CiudaDiseño
Karim Rashid fue la figura invitada por la II Bienal Internacional Córdoba CiudaDiseño, que se llevó a cabo desde el 22 al 31 de octubre en esta ciudad y movilizó a más de 27.000 personas en torno a una nutrida programación consistente en más de treinta actividades vinculadas con el diseño.
Uno de los eventos principales de la grilla fue el Congreso “La empresa y el diseño para la transformación de las ciudades”, que ocurrió los días 22 y 23 de octubre en el Sheraton Córdoba Hotel y contó con la presencia de talentosos y reconocidos referentes internacionales, como el diseñador de Estados Unidos-Egipto y figuras como José Luis Vallejo (España), Pierre-Yves Herrouët (Francia), Maximiliano Romero (Italia-Argentina), Vanessa Zúñiga (Ecuador) y Hugo Franca (Brasil), entre otros.
Estas conferencias colmaron un auditorio con más de 700 personas.