Esta noche se realizará en todo el paÍs la protesta convocada desde sectores opositores a las políticas del gobierno nacional
Julio Bárbaro: “Quienes saldrán a la calle están en contra de todos los políticos”
El dirigente y analista político Julio Bárbaro disertó ayer en la Bolsa de Comercio. En diálogo con Comercio y Justicia se refirió al cacerolazo convocado para esta noche. “Seguramente irá mucha gente, pero las consignas se van a calmar, porque la gente y la sociedad aprenden. Los que exageraban la provocación le hacían el juego al Gobierno, entonces todos van a hacer una protesta más lógica”, evaluó.
Según su opinión, la movilización expresará “descontento y “frustración”. “Mucha gente dice: ‘no me ocupé de la política y ahora me tengo que enojar con la política”, opino.
Para Bárbaro, después de expresarse esta noche, los manifestantes “tendrán que hacer política. Lo que puede hacer la queja es debilitar al poder que está, nunca fortalecer o construir el que viene”, indicó.
Desde su punto de vista, la oposición en Argentina “no está haciendo política” y “no se tiene que meter en esta manifestación, porque los que saldrán a la calle están en contra de todos los políticos. El Gobierno no lo hace bien, pero la oposición no da una alternativa”, opinó el analista.
“La sociedad está buscando candidatos opositores y ninguno de los candidatos hoy expresa la fuerza necesaria. Si aquí tuvieras un candidato, un Lula, un Pepe Mujica, una Bachelet se acabó, pero aquí no hay candidato”, señaló.
En ese sentido, consideró que Mauricio Macri, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota “están en un pie de igualdad” para posicionarse como candidatos opositores. “Al que gane, los otros dos lo van a apoyar”, auguró. Sobre Hermes Binner consideró: “No lo veo con mucha voluntad”. Y fue muy duro con la UCR: “Si tienen cuatro votos y seis candidatos tienen que ir al psiquiatra”. Por último, estimó que “la UCR y el peronismo serán parte de una alianza, pero no más que eso”.
Alejandro Groppo: “No creo que estén presentes los sectores populares en el cacerolaz0”
Según el politólogo Alejandro Groppo, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), la manifestación de esta noche, “como toda movilización masiva y no institucionalmente generada, es una crítica al Gobierno pero también muestra la incapacidad de la oposición de articular esas demandas y de generar a partir de ellas algún proyecto político”. También evaluó que constituye “un epifenómeno de un sistema de partidos desestructurado, desinstitucionalizado y fragmentado, que no puede articular demandas específicas en proyectos políticos más amplios”.
Puesta en perspectiva, Groppo diferenció la protesta de esta noche de otras que se sucedieron en las últimas décadas en Argentina, como las de piqueteros en los años 90 o las asambleas populares pos 2001. Según el académico, el cacerolazo de hoy “se produce en una época de crecimiento económico, con una clase media con poder de consumo, con una política y un tejido social fuerte, lo que hará que los sectores que se movilicen sean fundamentalmente de clase media. No creo que estén presentes los sectores populares en el cacerolazo, lo cual no significa que no pueda ser masiva, pues la clase media es grande. Pero es una demanda y una movilización típica de clase media”, evaluó el decano.
Por último, consideró que Gobierno y oposición deberían “leer el mensaje” de los manifestantes. “En el caso del Gobierno debe tratar de no enfrentar a la movilización sino de interpretarla y ponerle el cuerpo. En el caso de la oposición es más complejo, porque es un conjunto de actores que no tienen acuerdos específicos entre sí, entonces cada sector tendrá que luego articular esas demandas en el marco de sus propios registros ideológicos”, indicó.
Luis Rodeiro: “La democracia habilita la protesta y dispone el cambio a través del voto”
El periodista y analista político Luis Rodeiro evaluó con respecto al cacerolazo previsto para esta jornada que “la protesta es un derecho muy importante en democracia”, pero que también, desde la misma perspectiva, “sobre todo para los que piensan que puede haber un antes y un después de este cacerolazo, hay que decir que las cosas se resuelven por medio de las reglas democráticas, que habilitan la protesta pero que disponen también el cambio a través del voto”.
Según su análisis, “los objetivos de la convocatoria son difusos, precisamente porque tienen el problema de no poder plasmarse en un programa político alternativo”. Para Rodeiro, “se pretende reinstalar desde los grupos convocantes una política económica cuyo desarrollo -ya nos pasó y les pasa ahora a los países europeos- nos conduce inexorablemente a la locura del ajuste tras el ajuste y por ese camino a la exclusión lisa y llana de las mayorías y a la desocupación. Creo que la gente debería pensar un poco en eso, que es una manifestación de protesta, sí, pero en contra de sus propios intereses. En la gente muy posiblemente no esté muy claro esto sino en quienes lo convocan y lo apoyan”, opinó. En el mismo sentido, considero que la protesta “tiene una relación directa” con el llamado 7-D, la fecha en que comenzará a aplicarse el artículo de desinversión sobre los medios audiovisuales que no se ajustan a la nueva ley de medios.
Por último, Luis Rodeiro consideró que “la solución” de las demandas de los manifestantes, “de sus cuitas y de sus dolores” pasa por “la conformación de un proyecto electoral alternativo, cosa que por ahora no se ve, e incluso se esconde. Por eso, por más multitudinaria que sea la movilización, no puede pensarse como un antes y un después”.