“En los últimos 25 años se produjo un fuerte aumento en la oferta laboral de trabajadores con nivel de estudios universitarios completos en Argentina. Más aun, el salario promedio de estos trabajadores con relación a los demás aumentó hasta en un 50 por ciento”, explicó a Comercio y Justicia José Luis Navarrete, integrante del Instituto de Economía y Finanzas (Facultad de Ciencias Económicas – UNC), quien llevó a cabo la investigación “Progreso Técnico y Complementariedad del Capital: Efectos sobre la Brecha Salarial en Argentina 1980-2006”.
Según el investigador, en este marco los factores que influyen sobre la brecha salarial entre trabajadores con distintos grados de calificación son diversos: “Por ejemplo, el progreso técnico, el comercio internacional, la oferta laboral, el poder sindical, son algunas de las variables relacionadas”, agregó Navarrete, y aseguró que el motivo de la temática es por el “fuerte incremento en la brecha salarial y por la desigualdad en la distribución del ingreso en Argentina durante las dos últimas décadas”.
La causante
La evidencia empírica para la Argentina sugiere que el progreso técnico sesgado hacia los trabajadores calificados se constituyó en uno de los principales causantes del aumento en la desigualdad salarial en nuestro país. “Así, la incorporación de capital con alta tecnología habría más que compensado el efecto negativo que pudo haber ocasionado el aumento en la oferta laboral de calificados sobre sus salarios”, indicó.
Este progreso técnico, según el economista, ocasionó que los trabajadores calificados aumenten su participación en la producción nacional a un ritmo de entre 0.3 y 0.6 por ciento anual.
“Adicionalmente al avance técnico, la gran incorporación de herramientas tecnológicas y maquinarias para producir (principalmente durante la década de 1990) también contribuyó a que esta brecha se amplíe. Esta incorporación de capital aumentó la productividad de los trabajadores con alta calificación (dado que ambos factores productivos son complementarios en la producción) y por consiguiente, también a su salario”, explicó Navarrete.
En el gráfico 1 se muestra la evolución de la brecha salarial entre trabajadores con distintos grados de calificación (salario promedio de los trabajadores calificados en relación con el salario promedio de los no calificados), tomando el año 1980 como referencia (asume un valor 1). Cuando muestra un valor superior a uno significa que en dicho año la brecha es mayor que la observada en el año 1980.
“La brecha salarial muestra una tendencia creciente durante los años ochenta y especialmente en los años noventa. Así, durante los años 1991 y 2002 se incrementó más del 50 por ciento, originado principalmente por el fuerte cambio tecnológico sesgado hacia los trabajadores calificados (favorables a éstos) y la disminución del poder de los sindicatos. Esta situación se revierte a partir del año 2003, observándose un descenso de aproximadamente un 20 por ciento entre los años 2002 y 2006”, puntualizó el especialista.
Más aun, también se puede advertir la evolución de los trabajadores calificados dentro de la Población Económicamente Activa (PEA). En este punto (gráfico 2), desde 1980 a 2005 se triplicó este porcentaje y se trata de una tendencia de crecimiento permanente: “En los