ESCUCHARTras el conflicto entre el Gobierno nacional y el campo o, al menos, derogada la Rosolución 125 que dio origen -según los politólogos- a la mayor crisis después de la de 2001, el 60% de la cosecha de soja de la campaña 2007/2008, en Córdoba, aún no fue vendida, de acuerdo con lo que aseguran desde la Sociedad de Acopiadores de Granos.
Omar Gazzoni, vicepresidente de esa entidad, se explayó sobre la situación y aseguró a Comercio y Justicia que “lo que dicen que dijo Néstor Kirchner, que quería poner al campo de rodillas, ahora se da a la inversa: es el productor el que quiere poner a todos de rodillas”.
– ¿Por qué no se vendió toda la cosecha?
– La distribución en Córdoba es atípica porque en el sureste, que es la zona núcleo sojera, el productor tiene menor capacidad de almacenaje y menor superficie de campo, entonces la operatoria es diferente. El del norte, por ejemplo, guarda toda la producción y luego la traslada cuando disminuyen los precios de los fletes y la operatoria en general está más disponible. En la actualidad, en esa zona norte, prácticamente está toda la producción; en cambio, en la zona sur se ha comercializado casi toda y en el centro la cosa está al medio. Eso es lo que nos lleva a decir que el 60% está aún en poder de los productores.
– La Resolución 125 ya cayó. ¿Qué espera ahora el campo?, ¿un precio mayor?
– Se esperaba que con el fin del conflicto se reactivara todo. Los productores pensaban que caída la resolución, el precio de la soja iba a subir por encima de los mil, incluso algunos hablaban de $1.100. Entonces no les conforma el precio. Y de pronto no saben en qué invertir. Si se desprenden de la soja no saben qué hacer con el dinero. Otra divisa: dólar, euro, no es la política de ellos. No tienen expectativas. Quieren ver qué pasa. Además, el productor se siente fuerte para negociar; entonces, como sabe que todos lo buscan porque es el que tiene la plata, simplemente se sienta a esperar.
– ¿Cuánto es el margen de espera?
– En la soja, infinita. No es como el trigo o el maíz. El productor que no está comprometido financieramente puede esperar un año, dos; puede acumular cosechas. Hay algunos que tienen guardadas dos o tres cosechas. Es tal el poder económico, que sabe que aquellos que están construyendo departamentos, por ejemplo, tienen urgencias financieras y hace uso de esa ventaja.
– Usted también habló de una menor siembra de maíz…
– Entre el viernes y el lunes de la semana pasada se cayeron algunas operaciones de siembra de maíz. Son algunas, pero hay que tenerlas en cuenta porque muchas veces marcan una tendencia. Hay que destacar que no se va a sembrar maíz, pero sí van a sembrar otro producto. Y ese cambio es lo que nosotros llamamos un deterioro en las condiciones técnicas, porque a esa porción de terreno que se le iba a sembrar maíz, le iban a incorporar nutrientes que no se los van a incorporar si siembran soja. Entonces, ello va en detrimento de los nutrientes del suelo. Eso es disminuir el paquete tecnológico.
– ¿Eso no va en contra de ellos mismos?
– Tienen cierto margen para hacerlo porque hay productores que rotan en un tercio; es decir, siembran dos años de soja y uno de maíz. Hay otros que rotan en el 50%: uno soja, uno maíz. Ellos tienen margen para no sembrar maíz y hacer soja, porque todav&i
