Argentina celebra hoy 25 años de la recuperación de la democracia con varios logros para festejar, pero también con deudas pendientes que saldar. En este marco, Comercio y Justicia pidió a referentes de la disuelta Comisión Consultiva de Expertos para la Reforma Política en la provincia y a hombres del derechoque apunten dos de los desafíos fundamentales para fortalecer el sistema. A continuación, las respuestas en orden prioritario:
Daniel Zovatto, director regional de Idea Internacional para Latinoamérica:
-Hacia adelante es necesario pasar de la democracia a la república y esto se logra mediante consolidar, fortalecer y mejorar la calidad institucional.
– En segundo lugar, hay que disminuir y acabar con la pobreza y la desigualdad. En el Latinobarómetro 2008 (un estudio de opinión pública entre 19.000 personas de 18 países) quedó claro que en Argentina hay gran consenso sobre seguir en democracia, independientemente de sus imperfecciones, y esto es algo que no deja dudas de que ella llegó para quedarse. Ahora hay que trabajar para mejorar la calidad de las instituciones.
Carolina Scotto, rectora de la Universidad Nacional de Córdoba:
– Es fundamental superar los dramáticos indicadores de pobreza y de falta de acceso a los derechos humanos básicos para que éstos alcancen más sectores sociales.
– Hay que fortalecer el sistema de partidos políticos y la independencia y celeridad de la justicia. Existe la sensación de que ésta ha sido muchas veces apéndice de los gobiernos, lo que debilita la república. La división de poderes no ha sido clara ni suficiente. Hay que apuntar a la recuperación de los partidos políticos que manifiestan una estructura debilitada y escasa convocatoria y seducción para atraer a los jóvenes.
Rafael Velasco, rector de la Universidad Católica de Córdoba:
– La democracia debe ir unida a la inclusión social y debe ser representativa. El funcionamiento del Poder Judicial tiene que defender al más débil y estar al alcance del pobre.
– Es necesario lograr mayor institucionalidad; que sea fuerte y sólida.?Esto implica, por ejemplo, que el Poder Judicial sea independiente, que el Legislativo represente a la ciudadanía y que controle al Ejecutivo y que éste no interfiera en la designación de los jueces, sino que existan mecanismos confiables para su selección y remoción.
Mario Riorda, politólogo:
– Propiciar la existencia de políticas altamente focalizadas, de manera prioritaria, en acciones de protección social integral para ciudadanos en situaciones vulnerables. Muchos nos quejamos por estar dentro del sistema, pero la urgencia más extrema se ubica en ayudar a quienes estar fuera de los beneficios del sistema. Es el primer paso, lejos de toda retórica, de una mejor distribución de la riqueza.
– Generar acciones desde los gobiernos, que tengan que ver con dotación de transparencia pública y con estilos que se aproximen a la visión articulada para la toma de decisiones frente a problemas, como modo de generar consensos en redes. Por otra parte, la profesionalización de las administraciones públicas es una variable definitoria, que evidencia cuáles son los límites de un buen gobierno.
La profundización del control y regulación del estado en servicios públicos esenciales es un principio eminentemente democrático que ubica al Estado frente al ciudadano en el uso y satisf