Los países de la OTAN comenzaron a enviar a Ucrania aviones de combate F-16 para que resista la ofensiva de Rusia.
La medida la anunció el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. “Tal como acordamos, la transferencia de los jets F-16 está en curso”, afirmó durante la cumbre de la alianza en Washington.
Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Noruega se comprometieron a proporcionarle a Ucrania más de 60 cazas F-16 de fabricación estadounidense para ayudarla a defenderse y los pilotos ucranianos ya están formándose.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, celebró el anuncio de Blinken. En un comunicado, dijo que los aviones “acercarán una paz justa y duradera, demostrando que el terror está abocado al fracaso en todo lugar y en todo momento”.
La llegada de los aviones es de importancia vital para la resistencia de Kiev. Serhii Holubtsov, jefe de aviación de las fuerzas aéreas ucranianas, señaló a principios de junio que los F-16 ayudarán a proteger la línea del frente y las regiones fronterizas de las bombas planeadoras rusas, lanzadas desde aviones que vuelan fuera del alcance de las defensas aéreas y que han infligido daños significativos tanto a las tropas como a las zonas residenciales.
Por lo pronto, en respuesta, Moscú advirtió que las bases de la OTAN que alberguen aviones usados por Ucrania se convertirían en un “objetivo legítimo”.