A diferencia de otras regiones del país, que serán castigadas nuevamente por el estrés hídrico, los campos cordobeses gozarán en el período abril-mayo-junio de la cantidad de agua necesaria para no afectar los cultivos, especialmente de maíz tardío que es eje de la producción agrícola cordobesa y que tiene en estos tres meses su prueba de fuerza para asegurar rendimientos y cosecha acordes con las inversiones realizadas al momento de la implantación. En especial después de las olas de calor vividas por las plantas a poco de la siembra y el azote de la chicharrita, el insecto propio del norte del país que atacó gravemente a las plantaciones cordobesas.
Así se desprende de la lectura analítica del informe que acaba de entregar el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), al publicar su pronóstico climático trimestral actualizado para el período que se extiende hasta junio.
Las proyecciones del informe se dan en un contexto en el que la mayoría de los modelos de predicción indican una transición del actual fenómeno “El Niño” (húmedo), que iría disipándose hacia una fase neutral durante el final del otoño y principio del invierno, a una situación de “La Niña” (seco) que haría su entrada hacía la primavera/verano.
En este sentido, el reporte procura anticipar cuáles serían las condiciones más probables en cuanto al régimen de precipitaciones y temperaturas que se desarrollarían, tanto en la provincia de Córdoba como en las distintas regiones del país.
Temperaturas
En cuanto a las marcas térmicas, el pronóstico del SMN para la zona central del país, y específicamente Córdoba, prevé temperaturas que estarían dentro de lo normal para la época.
“Al analizar la tendencia de las temperaturas, la influencia de El Niño mantendría valores superiores a los promedios todavía en el mes de abril. Pero a medida que avancen las semanas y El Niño comience a disiparse definitivamente y se afiancen las condiciones de evento Neutral, las marcas térmicas probablemente se acerquen a los niveles medios”, explicó Leonardo De Benedictis en un informe para Meteored, recogido por la prensa especializada.
El meteorólogo puntualizó que “para la actividad agropecuaria, el riesgo de observarse heladas tempranas disminuye, debido a que las condiciones de mayor humedad a lo largo de abril amortiguan la variabilidad térmica, reduciendo la probabilidad de observarse descensos de temperatura extrema”.
No obstante, “entre mayo y junio, al producirse una gran disminución en el nivel de humedad, las probabilidades de generar eventos de helada aumentan sustancialmente”, agregó. Según las proyecciones, se espera que los eventos de heladas se presenten dentro de los niveles medios sobre la porción central del territorio nacional.
Lluvias
Para el centro del país, particularmente Córdoba, se prevé la posibilidad de que los acumulados estén dentro de lo normal, proyecciones que abarcan también al sur del Litoral, Santa Fe, este de San Luis, La Pampa y oeste de Buenos Aires.
“No se descarta que en la primera mitad del trimestre se sigan registrando algunos eventos de lluvia localmente más intensos que lo normal, especialmente sobre el centro y el noreste del país”, advierte el SMN, por lo que recomienda mantenerse actualizados con los pronósticos en la escala diaria y semanal.
Por su parte, Leo De Benedictis analiza que “muy probablemente el trimestre esté dividido en dos momentos bien diferenciados entre sí. Una primera parte, que abarcaría el mes de abril y alguna semana de mayo con una tendencia de lluvias que todavía podría ser superior a los niveles medios, especialmente en zonas como la región Pampeana y gran parte del Litoral, particularmente el extremo norte de la región”.
“Y otra mitad que se extendería por el resto del otoño y el comienzo del invierno en el que se observaría una progresiva disminución del caudal de lluvias, llevando los niveles a condiciones cercanas a los promedios, o incluso hasta por debajo de lo normal”, señala en el reporte para Meteored.
Una característica que habría que tener muy en cuenta, especialmente sobre el centro y norte de Argentina, es que el volumen de lluvias suele ser el más bajo de todo el año durante el período del invierno, “por lo que el desarrollo de las precipitaciones se vería más acotada con este panorama de transición de El Niño a Neutro”, completó el agrometeorólogo.