Tambos argentinos cobran los precios más bajos del mundo, pero “otros están peor”

La pandemia trastocó los valores internacionales de alimentos de los animales de tambo. Un experto cordobés explica que, a pesar de ello, en otros países el sector “la pasa peor” y se muestra optimista: “Cerraremos un año bueno”

Un reporte elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) sobre datos de diversas fuentes internacionales de primera línea, que compara los precios de la leche en tranquera de tambo entre diferentes países o bloques lecheros de todo el mundo, confirmó lo que los tamberos vienen denunciando hace años: que en nuestro país los productores son los que reciben el precio de litro de leche más bajo del mundo. [privado]

El informe no deja sola a Argentina: junto con Uruguay, son los dos países donde se tienen los valores nominales más bajos del planeta. No se incorporan en este trabajo los costos de producción para verificar si hay o no rentabilidad en el negocio pero se infiere que, al ser una actividad que requiere de valores “muy internacionalizados” para producir, "es un buen material de análisis para saber dónde se está parado", afirmó el periodista especializado José María Iachetta, del portal Todo Lechería, consultado por este diario al conocerse el informe de OCLA.

Según éste, los tamberos argentinos reciben menos de 28 centavos de dólar por litro de leche. En Brasil, reciben casi 38 centavos de dólar y en Nueva Zelanda más de 32 centavos. En pesos, hoy la leche cruda en puerta de tambo recibe un pago a los 20 días en torno de los 26 pesos, cuando al consumidor llega en precios cercanos a los cien pesos.

Las fuentes del observatorio son incontestables: la Dirección Nacional Láctea de Argentina, el Instituto Nacional de la Leche de Uruguay, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) de Chile, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), la consultora CLAL de Italia, el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de Brasil y otros organismos de primer nivel confirmaron lo que tamberos de la cuenca lechera sufren casi cotidianamente: el desequilibrio entre costos dolarizados e ingresos no dolarizados, en pesos y sujetos al acuerdo de cuatro o cinco "grandes jugadores" de la industria lechera.

En una economía con un tipo de cambio relativamente estable, los productores adecuan producción, equilibran costos y adaptan estructuras para los ingresos previstos. El problema surge cuando la variación del tipo de cambio se hace amplia y ocurre en cortos períodos de tiempo, que no permiten adaptar los factores de producción al nuevo tipo de cambio. Es la situación que están viviendo los tamberos desde el último trimestre del año pasado, cuando los precios de las commodities agrarias se fueron a las nubes a partir de la consolidación de la segunda ola de coronavirus en los países desarrollados.

El alza los precios del maíz y la soja, entre otros productos, que son los componentes centrales de la alimentación de animales de tambo, convirtió éstos en "máquinas de perder plata", según los productores: "Siempre se dijo que el precio del litro de leche al productor debía equivaler a dos kilos, dos kilos y medio de maíz. Hoy no llega a la mitad. Por eso hoy estamos financiando a toda la cadena", denunció hace pocos días Horacio Saluzzo, presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba, Caprolec.

Éste es el origen de los cierres de tambos, que en Córdoba y Santa Fe han sido cientos en el último año, fenómeno que posiblemente se esté acentuando en las últimas semanas, a juzgar por los remates de hacienda de tambo que está habiendo en distintas regiones de la cuenca lechera cordobesa. "La cosa no da para más” -dicen los productores- y lo vienen planteando reiteradamente en las mesas lecheras. Es el reflejo "por arriba" de algo que está pasando "por abajo": desde marzo hay asambleas de productores discutiendo qué hacer.

“Se dejará de perder plata y se cerrará un buen año 2021”

“Desde hace seis meses la actividad tambera se desarrolla en zona de pérdida. Pero es posible que eso se termine este mes. Creo que cerraremos un año bueno, en torno de los seis puntos, más bueno que malo”, afirmó, desde Villa María, José María Iachetta, periodista y consultor, uno de los “expertos” que más sabe sobre la industria en la provincia de Córdoba.

“Es cierto que el tambo argentino cobra los precios más bajos. Pero hay que ver todas las variables que inciden sobre la actividad. Acá los precios de los alimentos están planchados, se intervienen los mercados de granos y combustibles de modo que no sucede en otros países, como Uruguay”, precisó el especialista. “Hay países en los que la lechería la está pasando mucho más mal (sic) que la nuestra: España, Estados Unidos, parte de la lechería europea… En Holanda o Italia el costo de oportunidad de destinar hectáreas a la producción lechera no se compara con otras actividades”, reveló.

Por último, recomendó observar “todo el espectro” cuando se habla de tambos. “Los hay hipereficientes, hay muchos de eficiencia muy baja y no siempre tiene que ver con la escala sino también con la gestión”, expresó Iachetta. “Siempre va a haber quejas, hay algo de politiquería y hay algo de realidad también”, finalizó. [/privado]