ESCUCHARSuecia interrumpió el pago de ayuda al desarrollo para Afganistán, que derivará a «operaciones humanitarias», en desacuerdo con la toma del poder por parte de los talibanes, anunció hoy la Agencia Sueca del Desarrollo y la Cooperación Internacional.
«No daremos nuevas ayudas porque es dinero que, de una forma u otra, podrá llegar al régimen que vemos hoy», expuso María Lundberg, responsable del departamento dedicado a Afganistán del organismo referido.
La funcionaria admitió que la crisis afgana «es un tema delicado, y de momento el Gobierno no sabe la política que los talibanes pretenden llevar a cabo».
Lundberg agregó que «antes de tomar cualquier decisión debe saberse si se respetarán los derechos de las mujeres, que puedan ir a la escuela, y que existan garantías contra la corrupción».
De los más de 900 millones de coronas suecas (104 millones de dólares) que este año se iban a entregar a Afganistán, no se pagará la mitad, precisó.
«Tenemos que revisar la cooperación actual que tenemos con el Banco Mundial, que pasa en parte a través del Estado afgano, para ver cómo se usa el dinero en el sistema de salud y de educación», añadió Lundberg, citada por la agencia de noticias AFP.
La funcionaria refirió que una parte de este dinero que no irá a Afganistán será destinado a «operaciones humanitarias» que todavía no fueron detalladas.
Otros países, como Alemania y Finlandia, anunciaron a su vez haber suspendido la ayuda a Afganistán.
Afganistán cayó en manos de los talibanes después de una ofensiva relámpago que terminó antes incluso de la fecha fijada por el presidente estadounidense Joe Biden para la retirada de sus últimos soldados, el 31 de agosto.
Durante su anterior etapa en el poder, entre 1996 y 2001, el movimiento islamista restringió los derechos de las mujeres, prohibió el entretenimiento y redujo la educación casi exclusivamente al ámbito religioso.
